Relatos eróticos esposos cómplices cap 187 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 187

... en su boca como si la estuviera cachando, mientras él colaboraba tratando de metérsela hasta la garganta. No pude más y me vacíe, tragándose toda mi leche el señor.

Nos echamos en el pasto cansados para luego bañarnos y regresar cada uno a su casa. 

Yo regresé a mi casa, cené sólo por qué todos dormían y me sentí avergonzado por lo que hice, pero a la vez me gustó por qué fué una forma diferente y rica de desfogar.

Siguieron pasando las semanas y siempre era igual hasta que un día regresando después de haberse tragado mi leche y estando mareado aún me hizo unas preguntas.

Señor : Aún no te animas a estar conmigo ?

Yo : Discúlpeme señor, pero con lo que hacemos es suficiente.

Señor : Pero con una mujer si lo harías

Yo : Pero no con una virgen por qué puedo dañarla como usted dice.

Señor : Así es, si te presento a una mujer que si lo podría hacer. Lo harías 

Yo : Si señor. Pero quién sería ?

Señor : Mi mujer. Qué te parece ?

Yo : Pero es su esposa señor.

Señor : Acaso te vas a casar con ella. Es solo una relación en dónde disfrutarán los dos 

Yo : Su esposa le ha dicho ?

Señor : No, pero si yo hablo con ella estoy seguro que aceptará.

Yo : No sé señor. No quiero problemas.

Señor : Tu no te preocupes. Sólo quiero saber que si la animo tu aceptarás ?

Yo : Señor, pero es tan chiquita que le puedo hacer daño 

Señor : Toño, ella yá es una señora por ahí yá le salieron dos hijos. Sobrado te aguanta. De éso no te preocupes.

Yo ...

... : Está bien señor.

Pasaron tres semanas siempre terminando tragándose mi leche sin decirme nada de su esposa 

El viernes de la 4ta semana me dijo que su esposa quería, pero se desanimaba por mi edad y no acepta por más insistente que habia sido. Más bien el otro viernes te invito a mi casa a cenar y vea lo maduro que eres y se pueda animar.

Me dijo que vaya bien vestido, lleve unas flores y las palabras que tenía que decir.

Así fué que terminando mi hora de trabajo me fuí a mi casa a bañarme, cambiarme y bien oloroso me felicitaron por lo bien que me llevó con mis patrones.

Toque, abriéndome la puerta la señora que estaba muy elegante viéndose muy bonita, increíble para mí, pensar que yo me cacharia a ésa linda mujer.

Tomamos regular vino entre la conversación de los tres, pasando luego al comedor y terminando la felicité por su sazón regresando a la sala a seguir tomando y hablando.

En la conversación yo notaba los intentos del señor para que la señora se interese en mi, pero ella se mantenía firme en su decisión.

A éso de las 4 de la mañana escuché en el comedor una pequeña discusión entre ellos por mi asunto y creí conveniente hacerme el dormido, para que no piensen que los he escuchado.

Cuando regresaron viéndome dormido la señora y el señor querían despertarme, pero yo seguí en mi posición.

Señora : Habrá que llevarlo a que descanse en el dormitorio para huéspedes.

Señor : No creo que podamos cargarlo amor, pesa mucho. Mejor en el mueble ...