La Casa de la Señora Mirna - Relatos Eróticos

La Casa de la Señora Mirna

Como comienzan todas estas historias una termina diciendo que nació en un cuerpo equivocado, pero desde niño me gustaron las ropas femeninas y solía usar la de mi hermana mayor y a veces la de mi madre, mi cuerpo femenino contribuía a alimentar mis fantasías y todos en mi casa inclusive mi padre no dudaba que yo era muy poco varonil, entonces en mi cuarto me travestía y lo que usaba trataba de volverlo al lugar para no levantar sospechas, mi sorpresa fue tal que un día mi madre colocó en los cajones de mi closet, unas tangas, pantimedias, sostenes, camisones, y vestidos, además unas sandalias. A todo esto, le pregunte porque las colocaba allí y no en el closet de mi hermana, si eran para ella, a lo que me contesto definimos con tu hermana comprarte toda esta ropita para que no uses la nuestra, yo me quede por un momento en silencio sin saber que decir y mi madre muy comprensiva y siempre guardando las formas me dijo: solo te pido que lo sigas usando dentro de tu cuarto no deseo incomodar a tu padre, solo alcance a decirle gracias y ella me abrazo contestándome si mi hijita. En las noches me colocaba mi tanguita con el sostén y las pantimedias y después el camisón para dormir, bueno a cada rato me masturbaba para descargar toda la ansiedad que sentía al disfrutar mi nueva ropita, y en las mañanas mi madre me obligaba a lavar y tender la ropa que usaba para luego en las tardes doblarlas y guardarlas, además de realizar las tareas de la casa. Al poco tiempo mi hermana se fue ...

... a estudiar a la capital y yo ocupe su cuarto con todas las demás cosas que ella había dejado inclusive su novio. Una tarde que me encontraba solo en la casa vestido con mis ropitas y haciendo las tareas de limpieza apareció Jorge y me sorprendió vestido de nena diciéndome que linda la hermana de mi novia ya que ella nos esta me voy a coger a esta putita, yo al verlo no supe que decir y le rogué que no digiera nada que mi familia se decepcionaría, bueno no creo, pero es lo que atine a decirle en ese momento no me sentía capacitado para salir del closet, a lo que el muy bandido se me abalanzo y comenzó a besarme yo inicialmente me resistí y el insistía diciéndome déjate que te va a gustar, de pronto se escuchó la voz de mi madre, bueno que pasa acá, Jorge que estás haciendo, y el asustado le dijo nada yo mejor me voy perdón señora y salió corriendo. Mi madre me dijo ve a cambiarte que ya llega tu padre después hablamos y así lo hizo después de la cena entro a mi cuarto y me señalo que ya tenía la edad de excitar a los muchachos pero que no era conveniente hacerlo en la casa o en el pueblo donde vivíamos ya que esto enfurecería a mi padre y lo humillaría, aunque a voces era notorio que yo no era como los otros niños de mi edad. Con mi madre planeamos como iba a ser desvirgado para que nadie me lastimara u ofendiera y que sería muy especial, ella tenía un consultorio de psicología ya que a eso se dedicaba y que tenía la persona indicada. Un día me aviso que el tiempo ya había ...