La Casa de la Señora Mirna - Relatos Eróticos

La Casa de la Señora Mirna

... hacemos para que puedas comértela toda y disfrutarla a lo grande. Yo no le dije nada de todo lo que me había enterado de ella y de sus vistas a la casa, no deseaba incomodarla o escuchar explicaciones absurdas. Llegamos a la casa y todo tenía que ser normal para que mi padre no dudara de nada, él al verme renguear un poco me pregunto qué me había pasado a lo que le dije que me había accidentado con los patines y unas piruetas que quisimos probar, y solo atinó a decir que debía tener más cuidado y nos pusimos a cenar. En mi cama quedé rendido y desmayado hasta el otro día y estuve con dolor en la zona anal por tres días y me costaba mucho ir al baño ya que cuando evacuaba me ardía y me dolía mucho. Pero en la medida que sanaba crecía en mí el deseo de volver a estar ahí como lo había dicho la señora Mirna y hasta soñaba con esas vergota teniéndolas nuevamente en mi boca. Un día llego mi madre por la tarde muy cansada y medio que rengueaba se notaba que había estado con los negros en la casa de la Señora Mirna, yo no le dije nada, pero en el fondo de mi corazón la envidiaba por lo que habría vivido allí. Toda esa tarde y hasta el otro día durmió y cuando me anime entre a su cuarto y le pregunte si había estado en la casa de la señora Mirna y la muy puta me contesto que sí y además me dijo, que los negros me estaban esperando para seguir abriéndome el culito. Mi madre me hizo jurarle que todo esto quedaría entre nosotras y convenimos que me ayudaría con la dilatación de mi ...

... culito para poder aguantar la pija del negro que la tiene bien gruesa, me hizo entrar en su closet y encontrar un armario que esta un poco escondido, pero al abrirlo esta, llenos de juguetes sexuales y me señalo algunos para que durante las noches vaya probando hasta dilatarme lo más posible y me puse manos a la obra de a poco comencé con los consoladores pequeños hasta poder introducir uno de mayor tamaño y lograr cabalgarlo con todo, mi madre me iba supervisando mientras en las noches después de ver un video ya muy excitado comenzaba el ritual de penetrarme y masturbarme hasta acabar, en uno de esos días apareció Javier con unos videos nuevos y me pregunto en que estaba y yo, la muy chismosa le conto todo y Javier desesperado me dijo yo también deseo ir a la casa de la Señora Mirna y le dije que estaba loco y que era imposible que mi madre se enojaría porque le conté todo además ahora venía todas las noches a mi casa con la excusa de jugar video juegos pero la verdad era que veíamos los videos y nos penetrábamos juntan con los diferentes juguetes sexuales que mi madre me prestaba parecíamos dos mamante lesbianas pero nos dábamos con gusto Javier se colocaba un arnés que tenía un enorme consolador y me penetraba con fuerza ya que los dos carecíamos de penes grandes usábamos los consoladores de mi madre para abrirnos el culito más y más, una tarde antes que venga Javier mi madre me dijo que tenía un consolador dragón de considerable tamaño y que podía probarlo y que también era ...