1. HERMOSA TRABAJADORA LA TIENE DE ORO


    Fecha: 10/06/2025, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Amalia trabaja en casa desde hace siete años. No fui yo quien la buscó, sino mi difunta esposa. Nunca hubo un si o un no entre nosotros…; ella hace su trabajo y yo el mío; no hay ninguna interferencia… y… aunque parezca mentira… nunca me vi “inspirado” en la tarea de tratar de seducirla… Ella en lo suyo…, yo en lo mío…
    Ese verano, ignoro el motivo, Amalia resolvió adecuarse a la moda joven… Dejó de lado su adusta vestimenta de madura sin esperanzas, y adoptó la onda de jóvenes y sexi bochincheras… 
    Así que ese día, bastante caluroso, estaba como otras veces, mientras trabajaba Amalia, haciendo mis cosas en la habitación que había destinado a oficina. En un momento dado, buscando un pañuelo de papel, recordé que en el dormitorio tenía el paquetito. Así que allí fui dado que, por lo general, no la molesto pidiéndole pavadas.
    No hubo ningún motivo por el cual fui silencioso, además que el volumen de la música que solía emitir, de lo que me gustaba, estaba bastante alto, por lo menos para que se oyera en toda la casa… (departamento en realidad).
    Aun antes de ingresar al dormitorio, por la puerta abierta del mismo…, y sin buscar nada a propósito, vi a Amalia…, bastante entretenida con la mano bajo la pollera y acariciándose sin la menor delicadeza lo que, sin duda, tiene entre las piernas para brindarse placer…
    Por una misteriosa y “milagrosa” inspiración, alcé mi voz al entrar…
    -¡Amalia! ¡Qué encantador trabajo está usted realizando! – Fui “cuasi” académico con total ...
    ... intensión. – Eso sí que es un trabajo divertido…
    -¡Oh! ¡Señor Dani! ¡Perdone! ¡Qué vergüenza! Yo…, yo… no sé… - Hace rato que Amalia no me llamaba “señor”; solamente Dani, aunque seguía con el “usted”.
    -Amalia…, tesoro, no te hagás ningún problema… ¿o te crees que yo no lo hago? ¡Jajaja! – Nunca la había tuteado. Le puse una mano sobre el hombro. – La autosatisfacción es un lugar común en todo el planeta. ¿Qué es lo que te calentó? ¿Lo puedo saber?
    -Oh…, señor Dani…, me da vergüenza…, perdone usted… 
    -No te hagás problema, encanto. – Tampoco le había dedicado ningún piropo. - ¿Sabés que las personas que comparten el mismo brazo y el mismo modo de acariciarse, tienen, casi seguramente, una importante cantidad de mutuas intenciones e intereses…?
    Eso es totalmente un invento que se me acabó de ocurrir. 
    –¿Con que mano te acaricias normalmente? ¿Con la izquierda, como lo estabas haciendo ahora?
    -¡Perdón Dani! ¡Perdón! ¡No soy una degenerada! – Amalia está a punto de llorar. Yo deseo, ansiosamente, que sea tan lujuriosa y pervertida como yo.
    -¡Tesoro! ¡¿Cómo vas a ser una degenerada?! ¡Sos la más delicada y amable de las mujeres que conozco…! - Ataqué con todo. Me acerqué a ella y la tomé de los hombros. - …además de ser deliciosamente voluptuosa y deseable… ¿Sabías que hace mucho que te deseo y quisiera acostarme con vos?
    -¡Ay señor Dani…! Yo…, yo…, no sé cómo justificarme…, no quise ofenderlo…
    -¡Tesoro! ¡No me ofendiste! ¡Me entusiasmaste! – Desde los hombros pasé a su ...
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