1. Una conejita en el bosque


    Fecha: 30/12/2018, Categorías: Gays Autor: Lea, Fuente: CuentoRelatos

    ... acto de violación que tuvo resultados negativos, pues escuchó la bragueta ser bajada, la chica cerró los ojos y la lucha se detuvo en su cuerpo; segundos después, él estaba penetrándola hasta empeñadura con movimientos rápidos y gemidos lujuriosos del hombre siendo satisfecho. Cada embestida, era sofocada por los gruñidos de un aparente animal en celo. Marian sentía ser partida a la mitad por el grande glande del hombre que se introducía como una enorme barra de hierro que desprendía chorros de algo caliente en su vagina desprotegida. Marian no pudo evitarlo, viniéndose en un orgasmo monumental ante su inexperta experiencia y sofocándola con un placer despreciable. John no tardó mucho en llegar al clímax con un torrente de chorros de semen que se adhería a las paredes vaginales de Marian que ésta podía sentir pulsar dentro de ella.
    
    Cansado y recostado en el cuerpo débil, su pene quedó flácido aún dentro de la joven y luchó por no volver a hacerlo. Se levantó dispuesto a limpiarse y meter su barra en los pantalones, cuando la levantó poniéndola de rodillas y obligándola a comer todo el líquido blanquecino restante. Ella chupó con lentitud, viendo sus ojos fijos en ella y sus manos que movían su cabeza con delicadeza ...
    ... de manera horizontal. La admiración reflejada en los ojos del hombre era evidente, que envió a Marian quererlo complacer por un momento. Palmeó su cabeza, haciéndole saber que lo había hecho bien con la sonrisa que no podía ser oculta ante los ojos de la joven.
    
    -Lo hiciste bien. Me han dicho que te gusta estar repleta de semen, por lo que nunca tendrás problemas con eso.
    
    Asustada por las palabras, Marian sabía que no existía escapatoria con ese hombre. Había sido penetrada sin protección, aun siendo virgen; por lo que, entendía las repercusiones de tales actos sexuales y sin control de natalidad: con el tiempo, quedaría embarazada a los 19 años. No se equivocó de su premonición, después de ese día que fue encontrada por John en el bosque, él violaba su delgado cuerpo sin piedad, enterrando su pene en su cérvix, provocando dolores de estómago y marcas vaginales que se notaban por los ligeros rastros de sangre que venían con ellas. El cuerpo de Marian con esbelta cintura y prominente senos, fue modificado para darle espacio al bebé de aquel hombre que la tomaba todos los días como un animal y dejaba partes de él dentro de su fértil útero.
    
    John nunca se cansó de domesticar a su conejita a base de semen y fuerza. 
«123»