ESA NENA DE MAMÁ
Fecha: 15/06/2025,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
El viernes, tal como me dijo, Amalia vino a las 8, con… ¡Juliana…! Por supuesto que abracé y besé a la mamá como siempre…, y dediqué un delicado besito sobre sus labios al angelito que va a tener el placer… de que la haga volar… Ramiro fue directamente a la escuela.
Con anterioridad habíamos arreglado con Amalia, para que la nena no se sienta cohibida ni avergonzada. Ella y yo estaríamos en mi dormitorio, mientras la mamá hacia sus habituales tares sin aparecer…, ni con ruidos. La nena sería pura y exclusivamente mía…, no con carácter de propiedad, sino de uso.
Con toda la suavidad y delicadeza del mundo le fui sacando la ropita…, y besando lo que quedaba al descubierto. No fui directamente a sus pezones, los de esos conitos tan duros y erectos que son sus tetitas… Primero recorrí toda su espalda con besos y lamidas. También pasé por sus glúteos, formadores de un culito de durazno perfecto, tan paradito como para sostener una copa…
Juliana sonreía y dejaba hacer. No sé si Amalia le dio alguna indicación o directiva…, sólo suspiraba. Desde su espalda, para no mirarla y que se cohibiera, la besé y lami totalmente, desde el cuello y las orejas, hasta los glúteos, con la mayor delicadeza. Mientras la besaba, con mis manos la acariciaba, muy suavemente, nada de manotazos…, sus tetitas, su culito, su conchita, todo acaricié. Hasta el cabello y los pies, pero no le metí los dedos.
La hice sentar en el borde de la cama y me acomodé entre sus piernas. Cuando fui con la boca a ...
... su rajita, sentí la humedad, esperando recibir el placer. Abrí sus labios con mi lengua y me dispuse a paladear esa cálida y rosada conchita… Juliana tiró la cabeza hacia atrás y cerró los ojos. La boca continuaba entreabierta… Cada lamida con la lengua era un suspiro o un gemido… El placer aumentaba segundo a segundo, en la medida que mi lengua masajeaba el botoncito, apenas descapullado. En un momento… Juliana se estremeció…
-¡Oh Daniiii…, que ricoooo…! – Era inminente… ¡venía la famosa primera meada! La bebí integralmente. Juliana no dijo nada a pesar del estremecimiento. ¡Amalia la había instruido!
-¡Tesorito! ¡Todo el placer para vos! – Retiré un segundo mis labios de los suyos –a los de la entrepierna me refiero-, cálidos y húmedos, convertidos en máquina del placer, para hablarle, para que sintiera como es tratar a una creadora del goce universal: ¡es mutuo y compartido! Todo eso le decía entre chupadas y lamidas.
-¡Ay Daniiii…, me muero!
A medida que aumentaba la calentura de la nena, yo aumentaba la energía de mi lengua… ¡Juliana gemía a los gritos! Espero que Amalia no se asuste. Con todo el placer del mundo, recorría con mi boca el sendero de la gloria que va del clítoris al ano… La nena se estremecía y lubricaba. Sin la mínima solicitud, Juliana se masturbaba, distribuyendo sus fluidos… Se irguió, correspondiendo su piel a la tibieza de la mía… ¡Qué hermosa qué es!
Mis manos recorren su cuerpo, encariñándose con las tetitas, que acaricié y pellizqué. Las tomé ...