Tragedia Regia (4)
Fecha: 10/08/2017,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... los ojos. – Agárramelas papi!, son tuyas!, me dijo. Se bajó y se asomó por la ventanilla, desde luego haciéndome sus advertencias y recomendaciones.
Tampoco nunca me había pedido que le hablara a su teléfono; a veces hasta se enojaba cuando le llegaba a llamar a su celular, quesque porque estaba muy ocupada. Quién sabe cuántas veces yo le hablaba y ella estaba encerrada con y encajada por, uno de esos cabrones. Sabrá Dios.
La observé hasta que entró al banco. Hija de la chingada, qué linda se veía! Los batos que circulaban por la acera, casi se torcían el cuello para verla. Y una que otra mujer no podía disimular su envidia al verla. Incluso en algunas muchachas hasta noté cierto gesto de morbo al mirar a mi Lupita. No se me había ocurrido, ¿ya habría estado en la cama con otra mujer?. Capaz que sí, no me extrañaría para nada con lo caliente que es. Se lo iba a preguntar en nuestra próxima platica, verdad?
Me fui al trabajo y no, no pude dejar de pensar todo el pinche día en eso. Saber que por la tarde se iba a ir con otro a matar que no era yo, me oprimía el corazón. Quería hablarle y amenazarla con algo si acaso llegaba a irse con ese infeliz. Hasta temblaba de impotencia y coraje por no tener huevos para impedir lo que me hacía. Qué necesitaba para dejarla, para terminar con esta pesadilla? De dónde sacar valor para asumir que esto no estaba bien, y que yo era el que salía perdiendo; que si a ella tanto le gusta revolcarse y hacer tanta cochinada con otros ...
... hombres, debíamos seguir con nuestras vidas aparte los dos. Ella que siguiera con sus viciosos hábitos y pos yo con mi vida, no?
Le hablé un par de veces y me contestó muy contenta. Hasta parecía que quería que sus compañeras y compañeros escucharan nuestras conversaciones telefónicas. Me trató con mucho cariño, preguntando por dónde andaba y si ya había comido, que le platicara lo que había comido y en dónde, sin prisas por cortarme. A chingas! Pos de cuándo acá?. En fin, yo pos quedaba más tranquilo, qué no? Pinche cornudo, pero muy contento! Me lleva la chingada.
Así estuve todo el puto día. A las 6 y media de la tarde agarré mi carro y me fui para la casa. Me compré unas cheves en el camino, para aguantar las próximas 5 horas, según yo. Llegué y me puse a chupar.
A las 7 y media sonó el teléfono, era ella.
Me quedé helado. Un rancherón de casi 2 metros, con un tranco de mezquite entre las piernas y de paso un animal en la cama. Su puta madre! A lo mejor hasta a las vacas de su pinche rancho se coge el muy hijo de su perra madre. Me cae que hubiera preferido al tal Pepe. Puta madre, puta madre, puta Lupe, puto yo! Me cae...
Mis hijos me preguntaron si no les iba a dar de cenar. Yo ya estaba bastante borracho y les dije que se sentaran para ver qué les hacía. Les estaba haciendo unos huevitos con queso amarillo y mientras cocinaba pensaba en nuestra perra vida. En ese mismo instante su madre, mi esposa, en lugar de ser quien les sirviera su cenita, como todas las ...