1. Tragedia Regia (4)


    Fecha: 10/08/2017, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... su mastuerzo, las paredes de la pepa. Casi una hora me aventé adorándola de esa manera. Tuvo varios orgasmos. Todavía traía cuerda! Increíble, no tiene llenadera. Después se volteó, sólo cuando ella misma lo dispuso, y se puso boca abajo. Ella misma se abrió las divinas nalgas que tiene con sus dos manos y me dijo que ahora le curara la colita. Sí es verdad, su culito queda muy lejos, muy por debajo de la superficie de sus saltonas posaderas. Se las mordí. Ella misma me confió recién, que le encantaba que se las mordieran, no?. Se quejó suavemente al sentir mis dientes. Y me dijo. – Las piernas mi amor, muérdeme las piernas por detrás también, me encanta que me las muerdan quedito.
    
    Se las mordisquié también, con hambre, con el alma, gozando de mi suerte. Se volvió a abrir el culote y me invitó a lamérselo, -"si es que llegas", me dijo burlona, no sé si burlándose de ella misma, por lo nalgona que está, o por mi pinche lenguilla. Tomé aire y me sumergí como buzo, entre esas moles de carnita tierna y tibia, saqué lo más que pude mi lengua y en un acto de sumisión total, le curé el culo con mi lengua y saliva. El culo maltrecho que le dejó otro huey con su trancona, tan grande y pesada como las trancas de su rancho. Tanto la pepa como el culito le olían de a madres a mecos, a semen vaya. Me valió verga, total es mi reina, no? tengo que ...
    ... dejarla curada y lista para su siguiente encuentro, ni pedo. Esta es mi tarea desde hace poco más de tres años: Curar los daños y limpiar la zona. Pinche madre! No valgo verga, verdad?
    
    Cuando terminé ella solita me bajó los pantalones y me dio una santa mamada, que en 5 minutos me hizo venir como toro. Hasta sentí un dolorcillo en los testículos, supongo de lo necesitado que andaba y de lo fuerte que me la chupó. Se los tragó todos! Ni gestos hizo. De su boca salió un infantil -" mmmm, qué rico!" y se pasó la lengua por los labios. Se subió sobre mí y me besó, invitándome a probarme a mi mismo, en mi leche.
    
    Cuando estábamos descansando, relajados, me dijo.
    
    Apenas iba a empezar su narración cuando llegaron los niños. Se escuchó la puerta y sus gritos de papi, papi!, pues vieron mi carro en la calle, estacionado. Nos levantamos de pedo y nos vestimos. Salimos a recibirlos y ha disfrutar de ellos como lo que éramos: Una familia ejemplar en toda la pinche colonia. Con un padre ejemplar, unos hijos ejemplares y una madre ejemplar... PERO DE PUTA!!! Hija su repinche madre! Hasta tortillera me salió! Me cae que esta piruja no se mide, que poca madre, verdad? Apenas hacía 4 meses que comió papaya, no mames! Qué más secretitos y sorpresitas me tendrá guardados. Hija de la chingada! BASTANTES!!
    
    Luego les comento. Atentamente, Rafael. 
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