NO TODO ES CHOCOLATE - Relatos Eróticos

NO TODO ES CHOCOLATE

... insiste en sus oportunas directivas. Lo facilita: ¡el glande totalmente adentro!
-¡Aaaahhhh Daniiii! ¡Te siento! ¡Si! ¡Si! – ¡Julieta comienza a gozar! - ¡Papito! ¡Me gusta!
¡Totalmente relajada! Los besos y caricias de Amalia fueron determinantes… 
¡Ahora soy yo quien los provoca! Cada empellón es un nuevo gemido…
-¡Aaaahhhh Diossss! ¡Te siento en el culo! ¡Qué ricoooo! ¡Mamita tiene razón! ¡Es muy ricoooo! – Julieta está eufórica. - ¡Apenas me dolió un poquito! ¡Ahora me gusta mucho!
Sin la menor duda, el “aprestamiento” que le endilgó la mamá da óptimo resultado. ¡Amalia es una maestra del sexo! 
Estoy a punto para el bombeo. Se la saco lentamente…
-¡No, no me la saqués! ¡Me gusta! – Julieta grita desaforada…
-No te la saco, mi amor. Te voy a hacer el mete y saca, para que sientas el tronco deslizándose dentro tuyo… - Y lo hice, despacio al comienzo…, y aumentando energía y velocidad…
-¡Si, si, así, así! ¡Me vieneeeee! – Julieta se estremeció totalmente. Su cuerpito trasladó a mi piel el intenso placer del orgasmo… ¡No aguanté! ¡Y le llené el culo de semen! - ¡Ay papitooooo! ¡Te siento calentitoooo!
-¡Sacala despacito que la chupo! – Amalia está atenta.
-Si, un momentito…, mientras la tenga dura… la tengo adentro… - Quiero disfrutar hasta el último instante…
Cuando sentí la flacidez se la saqué; Amalia rápido se coloca para sorber el semen del culito de su hija. ¡Es su golosina preferida!
Julieta está eufórica. Su orgasmo potenció sus deseos de utilizar el ...

... sexo como una forma de vida. ¡Desde ese momento fue su objetivo exclusivo! Luego, varios años después, todavía menor, ya trabajaba como “dama de compañía…”, ¡muy bien paga! Por suerte, conmigo seguía siendo gratis.
La recosté en el borde, con las piernas colgando, me arrodillé entre sus piernas y fui con mi rostro, mis labios y mi lengua, al altar supremo del placer. Recorrí cansinamente toda la zona, lamiendo todo aquello que fuera posible, y me introduje en la vulva, hasta donde pude, sorbiendo la cálida humedad que todavía destilaba. La lengua tiene vida propia: entra y sale cual pija, del supremo interior de la nena, matizando lamidas al descapullado clítoris, pequeño pero activo, dado que palpita cada vez que mi lengua lo acaricia. 
-¡Papito! ¡Qué rico! ¡Quisiera tenerte siempre adentro! - ¡Julieta inmensamente feliz!
-¡Yo también mi amor…! ¡Pero hay que compartir con mamita! - ¡No vaya a ser cosa que Amalia se ofenda!
-¡Jajaja! ¡No te querés perder ni una! – La mamita entendió mis pretensiones… - Hoy vení a dormir en casa…, así tenés conchas y culos para distraerte… ¡Jajaja! Vos sabés que nos gusta darte todo…
A Amalia le encanta compartir con su hija, sin duda…, así que, luego del trabajo, fui a su casa a “cenar”.
Luego de adecuado calentamiento de motores, con caricias, besos y lamidas…, Amalia nos “invitó” a pasar al dormitorio. La nena estaba prácticamente desnuda en esos cuatro pasos hasta la cama. 
-No tenés que apurarte…, debés dejar que Dani te desnude… ¡es ...