1. ENSEÑANZA PRIVILEGIADA


    Fecha: 28/06/2025, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Tal como lo expresé en anteriores oportunidades, lo que relato no sucedió en forma cronológica ni consecutiva. Todo es parte de una larga sucesión de años…, desde la adolescencia a la madurez. Actualmente, mientras escribo esto, estoy ejerciendo mi antigua vocación de docente: vuelvo a preparar y ayudar a alumnos de primaria y secundaria, en materias técnicas o de ciencias exactas.
    Por supuesto, todo tiene su relación con mis instintos e intenciones, sin ánimo de molestar a nadie, sino de ofrecer la calidad con la oportunidad de disfrutar de… ¡todo lo disfrutable!
    Como fue en anteriores ocasiones, la “selección” de alumnos –“alumnas” en primer lugar-, pasaban por sus cualidades corporales, sin discriminar nivel intelectual…
    En pocas palabras: a los chicos los atendía a todos…, y a las chicas… también, pero seleccionando “atención personal” en función de su desarrollo físico… 
    Y por eso hoy estoy con Ofelia, deliciosa criatura quien, según la mamá, tiene problemas para superar el quinto grado…, excepto con su culito… ¡qué es de último año de secundaria…!
    En realidad, la nena no tiene demasiados problemas… pero me parece que exagera un poco su “desconocimiento” de algunas cosas…, y también la exagera cuando quiere mostrar que sabe…, de lo que sea, además que su sonrisa y actitud… resultan muy tentadoras y complacientes…, sobre todo cuando intenta “enseñarme” todo lo que sabe…
    Tal es así que, sin dudar, le dije a la mamá que sería mejor una atención “personal”, sin el ...
    ... menor costo extra…
    -¡Profesor! ¡Usted es un amor! ¡Me alegro mucho haber resuelto traer a la nena para que la ayude y prepare… ¡Sé que todo irá muy bien! – La mamá, tal como la nena, es preciosa y muy dispuesta a “colaborar” en mis tareas “docentes”, con muchas sonrisas y pícaras miradas… 
    ¿Yo? ¡Como un lord inglés!
    En el primer día, nomás, Ofelia no quiso estar frente mío, en la mesa de trabajo. Prefirió sentarse a mi lado… muy juntitos… ¡juntitos! No voy a desperdiciar ninguna posibilidad ni ofender a la nena con un rechazo… ¡de ninguna manera!
    Cuando estuvo a mi lado, con los muslos y las piernas muy…, pero muy… en contacto…, acariciando su derecha con mi izquierda, no tuve más remedio que apoyar mi mano sobre su muslo. Ofelia levantó la vista de la ecuación… y me sonrió… con una mirada de… ¡me gusta!
    Le explico matemática…, mientras acaricio suavemente su muslo el que, “milagrosamente”, había quedado descubierto, al recoger la nena su pollera hasta la cintura… 
    No hubo más remedio… Mi mano recorrió el muslo hasta la entrepierna…, acariciando con un par de dedos ese trocito de bombachita que estaba tan húmedo…, llegando con mi índice y el mayor a los labios…, esos que tiene disponible para todo aquel que se anime…, o sea… ¡YO!
    -¡Ay profe! ¡Tengo que ir al baño! – La nena respondía a sus instintos…
    -¡Si preciosa! ¿Sabés dónde está? ¿Te acompaño?
    -¡Ay…, si…! ¡Dígame donde está!
    -Te acompaño, tesoro…
    -No quiero molestarlo profe…, si me dice dónde está…
    -No te ...
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