ENSEÑANZA PRIVILEGIADA - Relatos Eróticos

ENSEÑANZA PRIVILEGIADA

... blusa, pollera, corpiño, bombachita. Ella por su cuenta, se sacó las zapatillas y se arrodilló entre mis piernas a sacarme el pantalón y bóxer, amén de calzado y medias…
¡Es lo que necesitaba! En medio segundo estaba mamando con toda dedicación. 
-Dejame un momentito, tesoro. ¡Quiero darme el gusto! ¡Te tengo muchas ganas! – Mientras le hablaba, la acosté y me incliné sobre ella, entre sus piernas. Apenas si llegué a hacer contacto con mi lengua: ¡tremendo orgasmo se mandó! El estremecimiento fue total… ¡parecía que se desmayaba!
Estuve unos minutos gozando de su sabor y su aroma. Los húmedos pliegues internos de la conchita son exquisitos… ¡Me hubiera quedado mediodía chupándola!
-¡Ay profe! ¡Usted lo hace tan rico! – Morena está eufórica. La recuesto nuevamente y me coloco sobre ella, ya sin pantalones… ¡Un clásico misionero! La penetración fue inmediata…
-¡Aaaahhh! ¡Aaaahhh! ¡Aaaahhh! ¡Aaaahhh! ¡QUÉ RICO! - Yo no tengo problemas en que griten, pero a Morena se le va la mano…
-No grités tanto, tesoro… ¡Te va a escuchar tu mamá! – Exageré para dar un toque de humor…
-¡Jajaja! ¡Si usted supiera como grita mamita! ¡Cada vez que trae a algún amigo… yo no puedo dormir!
-Bueeeee…, si yo voy le diré que no grite tanto, que no te deja dormir…
-¡Jajaja! ¡Y mamá preguntará como lo sabe!  ¡Jajaja! – Bombeo más bombeo…; ambos estamos eufóricos y alegres; ¡coger con Morena es un verdadero placer! Acompaña con movimiento de caderas todo lo que yo le hago. 
-¡Ay Dani, me gusta ...

... mucho! ¿Me la darás por la colita?
-¿La tenés preparada? ¿Te dilataste? – No quiero hacerle daño. En realidad, no había prestado atención de cómo tiene el ano…
-Ya…, ya…, bueee…, lo tengo agrandado…, mi papá me la metió… - ¡Qué atorrante! Aunque me viene muy bien…
-¿Te cogió tu papá? – Me hago el escandalizado.
-Y…, si…, pero… no fue a la fuerza… ¡Yo le dije que tenía muchas ganas! En la escuela vi como los chicos y chicas de los últimos grados cogen todos los días en los baños…, ¡y tenía ganas!
-Bueno, tesoro…, te la meteré por el culito… - Se la saqué y la puse en cuatro. Lamí el ano y le dejé toda la saliva que pude. Aunque ya esté abierto, siempre conviene lubricarlo.
Morena está encantada. Hace todo lo posible para que el culito esté lo más expuesto posible. Me enanco sobre ella, pero no me cargo sobre sus caderas, dado que sería mucho peso, así que me sostengo con mis piernas. Bien ensalivado, el esfínter luce tentador. Apoyo el glande y empujo despacio…
-¡Aaaahhh papitoooo…! ¡Que lindo! – La nena está encantada. Le lleno de besos la espalda, el cuello, las orejas… Ella se estremece y me brinda el homenaje de su primer orgasmo en esa posición.
-¿Te gusta mi amor? – Es cuestión de zalamerearla.
-¡Mucho, mucho papitooooo! ¡Bien adentro! ¡Así! ¡Sisisiiii! – Morena se entrega totalmente.
Estoy tan enterrado, que no dudo que el soberbio culito de la nena será el destino de mi próxima eyaculación.
-¡Mi amorcito! ¡Aguantá! ¡Te lo voy a llenar!
-¡Sisisi! ¡Daleeeee! – ...