1. LA VERDULERIA


    Fecha: 08/07/2025, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... indicado que me acompañe. Las dos mujeres sonreían pícaras, con zalameras miradas…
    No solamente la rica y simpática criatura, con seductora mirada y… portentosos glúteos, para su edad…, y para cualquier edad. Un placer que la mamá, supongo, le haya indicado que me ayude. No expresó ningún malestar…
    Cuando pasamos frente al kiosco me detuve.
    -¿Te gusta el chocolate?
    -Si, claro, mucho…
    -Bueno, elegí el que quieras…
    -Pero… señor…, no lo acompaño para que me dé cosas… - La nena se muestra sincera… 
    -Te lo doy porque quiero, y porque vos sos muy linda, me gustás mucho, y sos muy buena, y en ningún momento te molestó que tu mamá te dijera que me acompañés…
    -¡Jajaja! Es que mamá sabe que…, bueee…, me gustás mucho…, y a mamá también…, y a mi tía también… Saben que sos viudo… ¡jajaja! ¡Te quieren enganchar! ¡Jajaja! 
    -¡Qué pícaras! ¿Y vos? ¿También querés?
    -¡Siii…, a mí también me gustás! ¡Mucho…, mucho…!
    -¿No te molesta acompañarme?
    -No, para nada, me gusta… ¡Quiero estar con vos! - ¿Piensa lo que dice? ¿Es un reclamo de adulta o simplemente un capricho infantil?
    -Bueno, pero ahora elegí el chocolate que más te gusta.
    Así fue. Y seguimos hacia casa. Cuando llegamos a la puerta le dije…
    -¿Dejás todo acá o entrás conmigo?
    -Si no te molesta entro con vos. – ¡Lo que yo deseaba!
    Entramos, fuimos a la cocina, dejamos las bolsas…, y retornamos a la sala. 
    -Quiero darte algo…, agradecerte…
    -Ya me diste el chocolate. No quiero más. Estoy contenta por ayudarte.
    -Si, si, ...
    ... yo también…, me pusiste contento…, muy contento…
    -Dijiste en el kiosco que te gusto mucho… - Me encanta que lo tenga presente… - ¿En serio? ¿No es… porque te ayudo? 
    -¡De ninguna manera! ¡Sos preciosa, hermosa, muy linda…! ¡Me gustás mucho…! ¡Y quisiera “jugar” con vos! – Espero que lo entienda… ¡Me tiene recaliente!
    -¿Aunque sea chiquita? - ¡Entendió perfecto!
    -Mi amor… ¡para nada sos chiquita! Pensás como una adulta, actuás como toda una mujer…, y tenés todo lo lindo que una mujer puede tener. Vi poquito de tu cuerpo, me gustaría ver más, pero intuyo que todo lo tenés hermoso…, la colita…, la cosita entre las piernas…, los pezoncitos…, todo, todo… Me gustaría besarte y chuparte toda, toda…, desde los cabellos a los pies…
    -¡Qué lindo eso que me decís! – Estábamos sentados en el gran sofá de la sala. Le había dado un gran vaso de gaseosa…
    Marianela se me lanzó encima, sentándose a horcajadas sobre mi entrepierna…, donde sobresalía la carpa…, bruta “carpa”.
    Le acaricié el cabello, las orejitas, las piernitas, los jamoncitos, caderas y glúteos…, hasta donde me daba la mano.
    Casi inmediatamente comenzó a moverse, restregando entrepierna y glúteos contra el bulto… 
    Nuestros rostros estaban tan cerca que no dudé en darle un beso en los labios. Ella me apretó la cabeza contra la suya, y el beso se prolongó un par de minutos… Entreabrí mi boca, y con la lengua busqué la suya. Nos enfrascamos en el típico intercambio de pasión y deseo… 
    Marianela está eufórica… Me apoya una ...
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