Curiosidad satisfecha 2 - Relatos Eróticos

Curiosidad satisfecha 2

... a desarrollar el pantalón que llevaba y lo dejó caer hasta el suelo sacandolo por los pies, luego comenzó a mordisquear aquel slip buscando la silueta de su polla. 

Conociendo Ana aquello no le parecía suficiente así que lentamente descubrió aquel paquete, la tenía morcillona no parecía en principio muy espectacular. 

Ana comenzó pasando la lengua por sus pelotas para luego introducirselas en la boca y luego siguió pasando la lengua por aquel tronco para con la mano echar aquel pellejo para atrás y comenzar a pasar la lengua en aquel capullo brillante. 

Pronto el hombre comenzó a tener una buena elección su polla se había hinchado al doble el tamaño anterior pudiendo alcanzar solo 18 centímetros y un considerable grosor además Ana me miraba a mí dedicándose con lo que tenía en la boca. 

Nos fuimos a una habitación que estaba en la misma planta baja donde había una cama por lo menos de dos metros por dos metros allí mismo se podía ver vaselina condones diferentes dildos y consoladores.

El hombre que nos había traído en el coche también se desnudo su pija miraba para abajo con una medio erección. 

Antonio se tomó encima de la cama boca arriba y ordenó a mi mujer que se la metiese entera mirando hacia él con su cuerpo echado para adelante este comenzó a follarsela mientras amasaba sus pechos y la besaba la boca, puede ver a Beatriz como se colocaba un arnés de buen calibre .

Anda si no quieres que le haga demasiado daño a tu mujer lubrica el culo con la ...

... lengua.

Ana se movía a buen ritmo sobre aquel pollón y me costaba atrapar su esfínter como lengua un sujetándole su hermoso trasero podía ver como aquel pollón la estaba abriendo en canal y haciendo la gozar. 

El hombre que no se había traído junto a sus dedos con vaselina y comenzó a dilatar el culo de Ana llegando a introducir hasta tres dedos. 

Los gritos de placer de mi mujer llenaban la estancia y Beatriz acercándose enfiló el culo de mi mujer y se lo grabó de un solo golpe mientras Ana daba signos de un orgasmo tras otro. 

Ahora teníamos pollas una en el coño de carne y puro músculo y otro de goma en el culo fue Beatriz la que pidió a que el hombre que se la metiese en la boca a mi mujer. 

Los gritos de Ana estaban abogados por aquella polla que era algo más gruesa y grande que la mía suficiente para llenar la boca mientras seguían con aquello. 

El hombre la puso a cuatro patas y un solo estocazo se le acabó en el culo sin esperárselo Ana dio un buen grito pero este no se apiado de nada.

Sus fuerzas embestidas la empujaban a comerse aquella polla mientras beatriz se frotaba su coño con fuerza. 

Volvió a meterse en el coño una vez quitado el condón derramó una buena lechada que aquel tipo recogió gota gota del interior del coño de mi mujer mientras esta limpiaba la Antonia. 

Cogiéndola de los pelos aquel macho la puso de rodillas entre las piernas de Beatriz. 

No se negó en ningún momento y como si toda la vida lo hubiese hecho comenzó a pasar ...