BUENOS MELONES - Relatos Eróticos

BUENOS MELONES

... mejor. 
Lo tiene suficientemente dilatado para ensartarla en cualquier momento…, lo que será lo más pronto posible…
Traté de separarla para admirarla, pero me tiene tomado del cuello y la cabeza, con mi rostro totalmente apretado por sus tetas…
-¡Dejame verte tesoro! ¡Seguro que estás más hermosa que el sol, la luna y las estrellas juntas…
Efectivamente, es así. Los adolescentes años de Vanesa son fascinantes; su belleza supera todo lo que las palabras pueden representar…, y su “presentación”, con la mirada y la sonrisa absolutamente seductora y pertinente para terminar con la pija en todos sus agujeros, era total y sin ninguna duda… 
-Vení tesoro, subite… - y le ofrecí mis piernas. La pija ya estaba al aire y al palo. Ella misma la había puesto a mano. Su vicio imposible de contener, la llevaba a chupar toda pija que se pusiera a tiro…, en este caso la mía. Fue lo primero que hizo, cuando me soltó y se paró a mi frente. Apenas si puede disfrutar de su desnudes…: se acuclilló y se llevó la pija a la boca. Sus carnosos labios, su ágil lengua…, dieron cuenta inmediatamente de mi reposo: Al instante estaba ardiendo de deseos…
-Ponete a horcajadas… - Insistí…; mi intención es horadarla inmediatamente… - La tomé de una mano y la hice parar. Sin demora ni anticipo, la coloqué sobre mi falda…
-Agarrámela y metela… - Ella sabe a qué me refiero. Se acomodó sobre mi falda, tomó la pija con sus manos y colocó el glande entre los labios mayores… Se fue sentando lentamente. La ...

... fui horadando poquito a poco…, hasta que llegó a estar en contacto su pubis con mi escroto. Comenzó una muy suave cabalgata. Siempre lo hace: una muy suave para sentir el roce de la pija contra los pliegues de su concha. ¡Le encanta! Sólo adquiere velocidad cuando está por acabar…
Así estuvimos unos 15 minutos… ¡había llegado el momento!
¡Vanesa se estremeció! ¡Me agarró la cabeza y por poco se introduce la suya en mi boca! ¡Se conformó con tragarme mi lengua! ¡La nena es un fuego! ¡Siguió restregando su concha contra mi pija, hacia arriba y hacia abajo, un lado u otro…! Acercó su carita y se pegó a mis labios y lengua. Incendió mi boca con su calentura.
Como yo no acabé todavía seguí bombeando y empujando.
-¡Así, así papito! ¡No dejés de bombearme! ¡Hasta el fondo! ¡Ahora me gusta más todavía! ¡Cuando acabo me pongo más caliente! – En realidad era ella la que se auto bombeaba, saltando sobre mi vientre. 
-¡Bajate y ponete en cuatro, así te la muevo yo! – La nena se desensartó y se colocó como le dije. La ubiqué en el borde y me paré. Se la metí de una y tomándola de las caderas le empecé a dar con todo… ¡Ahora buscaba mi orgasmo!
-¡Papito, papito! ¡No me acabés adentro! - ¡Menos mal que me avisó! 
En un instante estaba yo de rodillas sobre la cama y Vanesa acostada, con su carita justo bajo mi pija y la boca abierta, sacando la lengua. ¡Descargué litros! Tragó todo lo posible.
-¡Aaaahhhh! ¡Casi me ahogo! ¡Qué cantidad! ¡Me llenaste le boca! – A pesar de sus “quejas”, ...