Hailey: La enfermera de vampiros (II)
Fecha: 28/07/2025,
Categorías:
No Consentido
Tus Relatos
Autor: AllenNilsen, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... frías volvían a escabullirse bajo su suéter para recorrer su cuerpo, pero esta vez de frente; deslizándose por su abdomen y explorando cada sutil curva para sentir una piel que no había sufrido daños; seguía siendo perfecta para él.
—Es usted tan preciosa y delicada, Hailey —susurró contra su piel—. Por favor, no se resista.
Aquella petición sonó como una amenaza oculta, y Hailey permaneció inmóvil en su miedo.
Owen trazó un camino de besos desde el cuello hasta la clavícula, deteniéndose en cada punto sensible. Hailey interrumpió sus leves sollozos y jadeó por un instante; su cuerpo respondía y era imposible controlarlo. Owen lo notó, y esbozó una pequeña sonrisa mientras continuaba su exploración:
—Puede sentirse incluso mejor, déjeme enseñarle —murmuró, mientras se levantaba para subirle el suéter hasta el pecho.
Hailey intentó evitarlo, pero sus brazos estaban muy débiles. Así también, intentó suplicar cuando Owen levantó el brasier, pero las palabras de la joven se convirtieron en gemidos al sentir los labios y manos de Owen sobre su pecho; le masajeaba uno de sus pequeños senos con la mano y estimulaba el pezón con suaves pellizcos, mientras que chupaba el otro para luego hacer círculos con su lengua alrededor de la aréola. El vampiro tomó su tiempo, saboreando cada reacción, cada respiración entrecortada.
»No te han crecido mucho, pero tienes unas tetas encantadoras —dijo, sonriente.
Hailey se cubrió el rostro y apretó los labios con fuerza. Owen notó que su ...
... amada enrojecía de vergüenza y se regocijó en el interior, dispuesto a continuar. Sin dejar de relamerle las tetas, llevó una de sus manos más abajo, deslizándola bajo la falda, por debajo de las bragas hasta encontrar su intimidad.
El primer toque se sintió como una descarga eléctrica, y Hailey respondió con un grito ahogado. Se sentía completamente distinto al día anterior, y es que, esta vez, Owen se dedicó a acariciar el clítoris con sus dedos; roces suaves y deliberados, con una lentitud tortuosa. Hailey se arqueó, intentando contener sus gemidos. Owen saboreaba su reacción mientras continuaba las caricias, aumentando gradualmente la presión y la velocidad de sus movimientos.
—¡Dios! Te estás poniendo muy húmeda —exclamó el vampiro, en un arranque de excitación—. Me encanta.
Hailey se retorcía, sentía que su cuerpo la traicionaba, respondiendo a los roces rápidos de Owen a pesar del estado deplorable de su mente. Él lo notó, y decidió llevar las cosas al siguiente nivel: dio una última lamida al pezón y retiró su mano. No sin antes chuparse los dedos, se incorporó para bajar hasta la entrepierna de la joven. Le subió la falda y separó las piernas; Hailey ya no vestía sus calzas blancas —rotas el día anterior—, así que Owen simplemente hizo a un lado las bragas.
—Owen —susurró Hailey, con la voz quebrada—, por favor...
Pero el vampiro no escuchó, y comenzó a lamer el clítoris. Hailey se cubrió fuertemente la boca e hizo un intento inútil por cerrar las piernas, incapaz ...