DESDE LA CAMA
Fecha: 31/07/2025,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... hermanita…
-No te la metás más que te puede lastimar… - Emily aconseja a Lupita y vuelve a acuclillarse sobre mi boca, para que le siga comiendo la concha y el culo.
Me desentiendo de la actividad de Lupita, sintiendo que entra y sale parsimoniosamente de mi pija. Como lo hace lentamente, cuidando la profundidad, el deslizamiento de la pija en su conchita es delicioso…
-¡Ay papito! ¡Qué rico es sentirte adentro! ¡Me siento en el paraíso! ¡Jajaja! ¡El domingo le tendré que decir al cura que conocí el paraíso! Seguro se pone celoso y me da la pija para que se la chupe… ¡Jajaja!
Las chicas “competían” a quien tiene más orgasmos en menos tiempo: andaban por el tercero o cuarto cada una; tengo toda la ingle y todo el rostro inundado de los fluidos de las dos encantadoras hembritas…
-¡Papito! ¡Ahora entiendo bien lo que me explicaste! ¡Soy toda una puta… ¡una súper puta! ¡Cómo me gusta coger! – Emily llegó a la conclusión exacta de su personalidad.
-¡Siii! ¡Yo también! ¡Me gusta mucho coger! – Lupita no quiere quedarse atrás.
Es el momento de cambiar. Acomodo a Emily en cuatro y se la entierro de una. Ver el hermoso asterisco me sacude… ¿Y si se la entierro en el culo?
¡Oh no! Trato de pensar en meterle la pija en la conchita de Lupita. Eso ya va a ser trabajoso…, casi tanto como cuando la desvirgué…
Para agilizar el trámite e ir preparándola, le digo que se acueste boca arriba a la altura de la cabeza de su hermana, para que esta se la chupe. Lo hace rápidamente, como ...
... parte de una costumbre.
-¡Aaahhh…! ¡Aaahhh…! ¡Aaahhh…! – Ante cada arremetida mía, un gemido de Emily…
La hermana mayor gime con la boca entre los labios de Lupita, que acompaña a su hermana en los gemidos que le provoca el lameteo de concha que le hace…
Yo siento que me falta poco para eyacular… ¡Lo quiero hacer en la conchita de Lupita!
Hice cambiar de roles a Emily y la nena. A ésta la coloqué en cuatro y a su hermana mayor en el lugar que antes ocupaba Lupita.
¡Qué belleza! Tener ese culito, ese asterisco, esa conchita…, ¡a centímetros de mi boca! Ese espacio fue prontamente anulado cuando mis mejillas acarician los glúteos de Lupita. ¡Qué manjar! ¡Ano y concha! ¡Primero y segundo plato!
-¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ayyyy! ¡Me hagooooo! – Y Lupita me inundó la boca de orín…, saladito y cálido. ¡Todo pasó por mi garganta!
¡Es el momento de no desperdiciar!
-¡Ay nenas, mis amores…! ¡Qué rico que es el pis de ustedes! ¡Siempre me dan ganas de probar!
-¡Si papito! ¡Yo quiero probar el tuyo! – Emily se decidió, por suerte…
-¡Yo también! – Lupita no puede ser menos… ¡Al fin puedo ser lujurioso y pervertido con las nenas!
-¡Antes quiero llenar la conchita de Lupita de lechita!
-¡Si, dale, acabame adentro! – Lupita está eufórica…
La alcé y la senté a horcajadas, en el borde de la cama. Emily se paró en la cama, a mi lado, y ofreció la concha a mi boca. No desperdicié nada. Mientras me sacudía, llenándola a la nena, tras un relativo esfuerzo para perforarla, sorbía el orgasmo de ...