Yo puta tu maricón 2 - Relatos Eróticos

Yo puta tu maricón 2

... pollón me quitaba de cualquier sufrimiento poco a poco sentí como cada centímetro avanzaba y retrocedía una y otra vez hasta que sentí sus pelotas como chocaban contra mi vulva .

Comenzó a meterla y sacarla suavemente haciendo sentirme cada centímetro y  cada vena de aquel pollón, mientras que me di cuenta de que Mario se encontraba comiéndole el culo a nuestro macho y solitamente no la había dado la orden pero él ya había asumido su trabajo. 

Sinceramente sentía más dolor que satisfacción a la vez que sabía que le entregarme aquel macho suponía darle mi estrecho culo y asumir que le pertenecía que era su puta al igual que lo era ya mi marido. 

Después de un buen rato y sentir un orgasmo mientras me frotaba la vulva nuestro macho anunció que se iba a correr como dos colegialas nos pusimos de rodillas ante él para recibir su lechada intentando coger aquella polla con la boca cosa que él no nos permitió dejándonos las caras llenas de chorretones de leche qué nos limpiamos uno al otro. 


Después nos fuimos a dormir evidentemente yo con mi macho a media noche me  follo el culo sorprendentemente lo hizo sin condón mientras me decía que me lo iba a preñar y que tendría toda la noche la leche en mi interior así lo hizo hasta que a la mañana me lo pude lavar. 

En el desayuno el morbo era total ya que casi nos disputábamos la polla y el macho tanto mi marido como yo cosa que agradaba a este un montón. 

Macho: sabes que he dejado preñada esta noche a tu mujer ...

... por el culo. 

Mario no dijo nada como casi siempre su silencio era su complicidad. 

Macho:Ahora me toca preñarte a ti, qué te parece. 

Mario: como quieras. 

Después de darle una buena cachetada en el culo le hizo apoyarse sobre la encimera de la cocina y ahí mismo se untó la polla con aceite y después de untarle su esfínter comenzó a follárselo. 

Entró con suma facilidad hasta sus pelotas cogiéndolo de las caderas comenzó a investirlo mientras podía oír como de su boca salían pequeños gemidos posiblemente ya de placer se lo folló durante por lo menos un cuarto de hora o más hasta que apretándolo fuerte por las caderas y dejándose la bien dentro comenzó a bufar como un búfalo y empezó a echar su leche en el interior durante varios segundos permaneció inmóvil hasta que lentamente sacó su pollón mientras le decía Mario que apretase el culo para retener la leche. 

Macho: bueno putitas ya os he preñado a las dos así no hay envidias me encanta que seáis tan guarrillas. 

Dicho esto tanto mi marido como yo nos dimos un buen morreo con él yéndonos cada uno a la ducha  a  asearnos.

Aquel macho no sé dónde sacaba las fuerzas para dar tanta polla pero la tarde fue más tranquila ya que el mismo decía no podía con dos putas. 

La tarde hasta la hora de cenar no hubo más allá de mamadas a nuestro macho y besos y ambos hombres comiéndome a mí la vulva y el culo. 

En definitiva sexo oral ya que tenía ganas de reservarse para la noche según decía nuestro macho. ...