Yo puta tu maricón 2 - Relatos Eróticos

Yo puta tu maricón 2

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Cenamos como marqueses y tanto yo como mi macho sí que vivimos alcohol cosa que a mi marido no le permitió .

Sobre las once de la noche nuestro macho nos ordenó prepararnos para salir, a mí simplemente me dijo que me pusiese lo más puta posible cosa que solamente pensar me excitaba me puse la lencería más sexy que tenía incluyendo medias tacones y un minivestido que a duras penas tapaba los cachetes de mi culo. 

Cogimos el coche y el rumbo que nos marcó nuestro macho , aproximadamente hora y algo de carretera llegando a la capital de otra provincia fue entonces cuando metió la dirección GPS al coche. 

En las afueras de la población había un club de intercambios. 

Yo me puse muy nerviosa aquel lugar podía ver cualquier persona de nuestra misma zona yo que sé mil cosas por la cabeza se me pasaron mientras una vez parado el coche salimos los tres. 

Macho: hemos llegado a un punto en que no puedo alimentar dos boquitas un chochito y dos culitos por lo que habrá que ver que se puede hacer aquí. 

Sinceramente no me hacía ninguna gracia ya que para mí era un lugar seguro. 

Mi macho me cogió por la cintura apretándome contra él mientras yo miraba a Mario que venía tras de nosotros. 

En el club enseguida nos dijeron que teníamos que entrar los tres juntos ya que hombres en solitario no estaba permitido los sábados. 

Nuestro macho pagó la entrada con un derecho a consumición una vez en el local bastante oscuro por cierto nos acercamos hasta la barra ...

... donde nos dieron una serie de instrucciones al parecer eran los propietarios una pareja liberal. 

Limpieza respeto y saber estar eran las claves dejando claro que había gente heterosexual y bisexual y que había que tener tacto con las personas.

Las miradas eran muchas había algún que otro hombre que al parecer habría venido con alguna otra pareja pero en general eran todo parejas enseguida se acercó una madura rondaría los cincuenta y cinco años ella tetona culona con algunos kilos de más de cada agradable y muy sonriente él con pelo canoso se le veía con buena planta.

Enseguida nos entraron preguntándolos qué es lo que buscábamos. 

Nuestro macho enseguida lo dejó claro. 

Mira quiero que se follen a estas dos putas y yo me puedo follar a la tuya aunque también me gustaría ver cómo estas dos se lían si la tuya bisexual. 

El maduro contestó enseguida dejandolos claro que los dos eran bisexuales y que estaría encantado de verlas a ellas primero comerse los coños y luego él practicar tanto conmigo como mi marido. 

Yo nunca había estado con una mujer ni siquiera me llamó la atención pero en aquel momento veía aquella mujer como un objeto de placer y más todavía siendo y macho el que lo deseaba .

Fuimos a una sala donde había una cama redonda y enseguida nos hicimos sitio en ella entró algún hombre a visitarlos al qué se invitó a salir ya que en principio ya estaba ocupado por los otros sin ganas de tener mirones. 

Yo estaba muy nerviosa en cierta medida algo ...