Mi Vecino disfruta escucharnos - Relatos Eróticos

Mi Vecino disfruta escucharnos

... volumen de la música, yo empecé a creer que no era tanto el trabajo que quería hacer, si no que no podía escucharnos con claridad los juegos sexuales que estábamos disfrutando.

cortésmente le dije que sin problema le bajaríamos al volumen, pero yo ya me sentía un tanto mareado por el alcohol, mi mente ya no tenía control con las ideas, así que le dije al vecino que si no nos acompañaba con una cerveza, al principio se reuso y dijo que no podía tomar, pero le insistí y le dije que solo estábamos mi chica y yo que solo tomara una y listo, finalmente acepto y entramos al comedor

yo no me había percatado de que mi chica no tenía blusa ni nada que tapara esas tetas hermosas, ella jamás imaginó que yo entraría acompañado así que dio un salto y apenas alcanzo a ponerse su blusa, pero ya era demasiado tarde, el vecino se quedó privado cuando vio de frente esas cosas tan deliciosas y no tuvo más que decir que lo sentía, todos nos reímos y finalmente se sentó y comenzó a beber con nosotros apesar del penoso momento, tratamos de hacer más ligero todo, así que le dije que estábamos jugando un juego algo atrevido, en ese momento ella y yo nos miramos y recordamos cada uno todas las fantasías sexuales qué teníamos a diario, finalmente ya no era solo imaginarnos al vecino, ahora ya estaba ahí frente a nosotros

yo decidí tomar la iniciativa y le dije que tenía que unirse al juego, en la primer ronda mi chica perdió así que tenía que alzarse la blusa, y como no había nada abajo que ...

... la tapara tuvo que sacar esos dos par de pechos redondos y ricos con sus pezones tremendamente duros, ella ya no pensaba en la vergüenza también el alcohol había hecho lo suyo, se sonrojo, sonrió y el vecino se quedó parado de frente solo viendo y disfrutando. 


En ese momento detuve el juego y le dije al vecino que ella quería conocer lo que llevaba debajo del pantalón, el se quedó mudo cuando le dije eso, pero ya debajo de su pantalón se podía apreciar un bulto bastante duro y con ganas de salir, desabrocho lentamente su pantalón y bajo el cierre, definitivamente ya no podía contener más esa erección, su verga salió como en cámara lenta a lo que mi chica admiro cada centímetro que iba saliendo de ahí, todo parecía un sueño para ella porque era una de las fantasías que tanto tuvimos.


Ella volteaba a verme para saber cual era mi reacción, yo me volteaba hacia un lado para que ella no se cohibiera, aprecio nuevamente esa verga fuera del pantalón y una vez más dirigió si mirada como pidiéndome permiso para poder tocarlo, sin necesidad de palabras le hice un gesto afirmando que podía tomarlo con sus manos y sentirlo tocarlo y masturbarlo, el vecino estaba vuelto loco, no sabía que decir ni como reaccionar, solo hacía ligeros gemidos al sentir esa mano jalando su verga de arriba hacia abajo. 


Ella se notaba muy entretenida con lo que tenia en su mano, verla me excito tanto qué ya no pude contenerme más, saque mi verga y la puse en su otra mano, ahora nos tenía a los ...