1. La fiesta de disfraces


    Fecha: 02/01/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: lloyd, Fuente: RelatosEróticos

    ... solo debió de gustarme a mi, varias personas más se unieron al baile arrastrados por el pegadizo ritmo de la canción que yo no conseguía recordar. Enseguida se mezclaron todos con todos, y ya no podía ver a mi mujer mas que de forma intermitente entre otros bailarines... todos como clones, con sus mallas negras y sus máscaras. A veces, lo único que podía distinguir era el color fucsia del emblema de Batman que llevaba ella pegado al pecho.
    
    Desvíe un poco la atención, me levanté a por otra copa y volví al mismo lugar que estaba ocupando en el sofá. Dos chicas se habían sentado cerca y podía escucharlas cotillear sobre gente del barrio, pero mi interés estaba en localizar a mi mujer para seguir observando su baile sexy. Cuando la vi de nuevo, parecía que había encontrado compañero de baile: un Batman de color azul se movía con ella y disfrutaban con la música. Las chicas a mi lado no paraban de cuchichear y tuve que llamarles la atención para decirles que estaban en una fiesta y no en el mercado, que este no era lugar para cotilleos. Ambas me miraron con cara de incredulidad y siguieron a lo suyo a un volumen más bajo.
    
    Cuando miré de nuevo a mi mujer seguía bailando, pero ahora con un Batman color rojo. La canción era mucho más sensual, y por momentos me pareció distinguir que se frotaban en el baile: el introducía su pierna entre las de ella y ella restregaba su entrepierna en la rodilla de él. Mirando alrededor, todo el mundo parecía bailar de la misma manera, así que ...
    ... no me sorprendí cuando el batman rojo cogía el culo de mi mujer con ambas manos, masajeandolo al ritmo.
    
    Las dos mujeres a mi lado habían cambiado radicalmente de conversación: parece que ahora el meollo de la cuestión estaba en su insatisfecha vida sexual, en cómo sus maridos habían perdido todo el interés en ellas y pasaban más “hambre” que dos lobas en un desierto. Yo de vez en cuando soltaba una pequeña carcajada, con ánimo de introducirme un poco en la conversación y demostrar a esas dos golfas que lo único que tenían que hacer era echar un poco de imaginación al asunto y no únicamente tirarse en la cama y dejarse hacer. Poco a poco las fui atrayendo a mi terreno, explicándoles cómo con fantasía y voluntad podían revivir una llama que ellas creían haber perdido del todo.
    
    Fui a llamar a mi mujer para que apoyara mi argumento, pero cuando la encontré con la mirada parecía que estaba bastante ocupada: el Batman azul y el rojo estaban bailando con ella, en algo que parecía algo más que un baile. Ella frotaba sus nalgas contra el paquete del Batman azul, moviéndolas rítmicamente al son de la música mientras con las manos acaricia el abdomen del Batman rojo, quizá un poco debajo del abdomen... con aquellas mallas tan ajustadas, era facilísimo distinguir las enormes erecciones que calzaban ellos, que con tanto frote y movimiento debían de tener la polla a punto de explotar, conociendo las habilidades de provocación de mi mujer. Ya que no podía contar con su apoyo en ese ...
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