La acampada (1) - Relatos Eróticos

La acampada (1)

Mi nombre es Ana y tengo 22 años. Soy una chica de estatura media, pelirroja, ojos verdes, con bastantes pecas en la cara, uso aparato para los dientes y, a mi entender, estoy muy bien físicamente ya que tengo un culo muy bonito y mis tetas, aunque no son muy grandes, son capaces de llamar la atención de muchos chicos, sobre todo cuando no llevo sostén y mis pezones se ven enormemente realzados por la camiseta.

Ésta historia comienza hace tres veranos, cuando fui de acampada con mis antiguos compañeros del colegio, llevábamos unos años sin vernos y decidimos entre todos que podríamos hacer una excursión para pasar tiempo juntos y ponernos al día. Yo iba con mi mejor amiga, Laura, una chica alta, morena, de ojos marrones y una figura envidiable. Lo que más destacaba de ella eran sus dos enormes tetas, que, aunque ella intentaba ocultarlas un poco, ya que era muy vergonzosa y le ponía nerviosa que la miraran, no era capaz de hacerlo debido a su gran tamaño. Su cuerpo era además muy atlético, lo que conseguía que sus tetas jamás pasaran desapercibidas.

Fuimos de acampada a un campo cercano de nuestra ciudad que era de uno nuestros amigos. El primer problema nada más llegar e instalarnos fue que teníamos solo 3 tiendas de campaña de 5 personas cada una. En principio no nos dimos cuenta del problema ya que íbamos justo 15 personas, pero al dividirnos allí, caímos en la cuenta de que al juntarnos chicos y chicas por un lado, sobraban 2 chicas y 3 chicos, los cuales deberían ...

... dormir en la misma tienda. Nos jugamos con un sencillo juego de azar quién iba a dormir en esa tercera tienda, la primera persona elegida fui yo, y automáticamente mi amiga Laura dijo que ella vendría conmigo. Así que ese fin de semana dormiríamos ella y yo junto con Carlos, Luis y José, que fueron los chicos elegidos.

El primer día fue bastante relajante y divertido, hay muy buen ambiente mientras todos nos poníamos al día después de varios años sin vernos. Se nos hizo de noche y allí seguíamos hablando, comiendo y bebiendo hasta que se nos hizo bastante tarde y decidimos irnos a dormir, además hacía bastante frío. El primer problema que tuvimos al ser una tienda mixta fue para cambiarnos. Le pedimos a los chicos que nos dejaran solas para ello y amablemente accedieron. Mi amiga fue la primera, se quitó la ropa y se puso una camiseta ceñida y un pantalón muy corto. Ella tuvo que dejarse puesto el sujetador, no quería que los chicos la vieran sin él, aunque me dijo que no estaba acostumbrada a dormir con él. Yo en cambio me quité el sujetador, ya que no me gusta dormir con él y me quedé con un tanga que llevaba rosa claro que se transparentaba mucho, y prácticamente se podía ver mi rosado coño. Yo pensaba que iba a dormir con chicas y no tenía ningún pantalón ni nada que me sirviera como pijama, así que para que los chicos no me vieran me metí dentro de mi saco de dormir, al igual que mi amiga. Cuando las dos estábamos metidas llamamos a los chicos y éstos entraron.

Lo ...