1. Las mujeres del Pastor


    Fecha: 29/08/2025, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Berlith, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... en mi cabeza. Pero, me sentía feliz de ser una hembra satisfecha de ser beneficiada. ¿Me seguirá violando? -Pensé, mientras acariciaba mi vagina de la cual emanaba su leche y lo pasaba por toda mi concha y senos.
    Después de ver que no se movía, intente salir del cuarto. No podía dejar que mi madre nos encontrara o me viera así. Pero mi cuerpo no respondía bien. Claro, después de copular como hembra de león marino; no me sorprendió que estuviera cansada y desecha, solo podía dormir a lado de ese león. Su leche blanca y espesa salía lenta mientras mi vagina se reacomodaba ante la ausencia de su falo. Curiosa como una gata, llevé mis dedos y recogí un poco de su saliente lefa espesa y lamí mis dedos. ¿Que estoy haciendo? -me preguntaba saboreando su leche y tratando de diluir su espesor con la lengua. Seguí escarbando mi vagina hasta que la sequé sin saber que me estaba alimentando. No le tenía repulsa y me parecía un poco más de dulce que salado.
    Ya era hora de salir -pensé, abandonando el lecho para dirigirme a la ducha; mientras buscaba la toalla, que no encontraba. Camino a mi dormitorio la encontré sobre mi cama. Cosa que me inquieto, a menos que penaran en la casa, solo había una respuesta. Ya empezaba ver el futuro que sucedería. Me abofeteo, me increpo, me asocio a cierto pecado, estuvo a punto de seguir pegándome hasta que le increpe que ella sabía lo que ocurría y no hizo nada. Allí se congelo y se puso a llorar abriendo más los ojos. Ella sabía, y solo estuvo de ...
    ... mirona. Perdió el equilibrio y tomo asiento sobre el sofá, llevándose las manos a la cara. Se increpaba contra si misma; su falta de valor y su hipocresía de culparme por lo sucedido sin echar al barrigón en la culpa. Ella y yo estábamos en la misma canoa –pensé; en tanto la miraba temerosa si me acerco o no. No quería otro arrebato violento de parte de mi madre ante nuestra circunstancia. Así que la abrace fuertemente poniéndonos a llorar y ambas nos correspondimos con otro abrazo consolador. Ella me pidió perdón por como actuó y me consoló por lo que pase con el pastor. Pensábamos que sería de nosotras solas, cuando ambas en un frente unido lo echáramos de la casa. 
    ¿A sí que, Como lo haríamos? Este gordo es muy respetado, tiene peso económico en este pueblito. Nosotras solo tenemos una casa y dos hectáreas de café. Lo común en todas las familias del lugar. Este gordo bien podría ser un alcalde. Prácticamente estábamos evaluando el costo beneficio. Así que comente a mi madre, que compartiéramos ambas el mismo hombre. Le comenté que era posible que me hubiera preñado. Ella se llevó la mano a la boca por lo ocurrido. Eso suponía un problema más si estuviéramos solas. Una madre soltera no era capital para un soltero, pensamos ambas. Yo tenía culpa por no medirme durante el éxtasis. Ella me abrazo consolándome y que me apoyaría, si se confirmara que yo estaría esperando un bebe. Mija -dijo poniendo sus manos en mis mejillas- entre las mujeres tenemos que apoyarnos. Dos días ...
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