El distribuidor de extintores
Fecha: 06/01/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Martz Santo, Fuente: CuentoRelatos
... excitado y duro, tomo las tijeras y finjo cortarlo cerrando las tijeras sobre su pene, al sentirlas apretando su verga se agita todo con desesperación y grita, pero solo se oye el sonido del silencio en respuesta a su grito.
Luego le corte todos sus bellos púbicos y al oír el sonido de las tijeras se agita de nuevo y lágrimas escurren por sus mejillas, su pene estaba durísimo, tomé una almohada y la puse debajo de su cintura lo gire de lado y lo puse boca abajo con las nalgas bien paradas, listo para ser penetrado, le subí una pierna para que se vea su hoyito.
Qué lindas nalgas me las comí a besos, las mordía se las apretaba, el comenzó a gemir, le escupí en su hoyito y lo lamí por toda la raya con calma, suspiraba con fuerza y se agitaba todo, luego le puse mi lengua y lamí su ojete con calma abriendo sus caderas y gemía desesperado, trate de meterle mi lengua y apretó su esfínter, entonces puse mi dedo medio en su ano y empujé hacia adentro, apretó su culito y luego se aflojo, el dedo entró poco a poco y me apretaba su ano pero se fue deslizando firme hasta dentro.
Lo saqué y le metí la punta de mi lengua y lo lubrique de nuevo, a cada movimiento de mi lengua en su ano se agitaba y gemía gozoso, le puse dos dedos y empujé su ano se resistía un poco luego los dejó entrar, comencé a trabajar su ano y le metía y sacaba los dedos girándolos y se retorcía, su esfínter se abría y cerraba abrazándolos goloso, luego volví a usar mi lengua y sus gemidos me anunciaban su ...
... gozo.
Junte mis tres dedos y empuje su culito se contrajo oponiéndose y con un poco de esfuerzo se lograron meter, de nuevo los giré al tiempo que los usaba como si fueran un pene que se lo cogía y el casi gritaba de placer, volví a usar mi lengua y recorría su agujerito lamiendo y usando mi lengua como espada para lubricarlo y evitar que se irritara, su ano se contraía y con el todo su cuerpo que se agitaba y me apretaba muy rico la lengua.
Puse los cuatro dedos en su entrada y empujé con fuerza, hubo mucha resistencia acompañada de gritos de dolor y gozo, se agitó totalmente y luego se fue aflojando lentamente mientras mis dedos entraban abriendo su culo a fuerza de presionarle, su esfínter se resistía muy fuerte rechazando al invasor y el apretaba las manos y pujaba muy fuerte, por fin venciendo la resistencia su ano se abrió y los cuatro dedos se deslizaron en su interior.
Esperé un poco a que se aflojara toda resistencia y le inicié el movimiento de meter y sacar mis dedos para acostumbrar su culo al tamaño del invasor y comenzó a gemir y hacer sonidos de placer y gozo, pensé un momento en meterle los cinco dedos o quizá toda la mano pero lo deje para otra ocasión, por ahora era suficiente dolor, el placer se reflejaba en sus gemidos y la forma como su culo respondía a cada embate de mis dedos.
Me acomodé detrás de sus nalgas y ensalive con los dedos mi verga que estaba deseosa de entrar en ese culito tan rico, con calma le metí mis 18 cm. totalmente empalmados ...