1. El distribuidor de extintores


    Fecha: 06/01/2019, Categorías: Gays Autor: Martz Santo, Fuente: CuentoRelatos

    ... dedos, sus nalgas y su esfínter se apretaron negándose a abrirse mas, entonces solo le metí cuatro dedos y goloso su esfínter los acepto inmediatamente.
    
    Le metía y sacaba los cuatro con un buen ritmo y el dejaba su culo suelto y se agitaba goloso recibiendo con ansia mis dedos, en un momento junte mis cinco dedos y empecé a apretar la entrada y se resistía su culo, volví a meterle cuatro y se relajó, de nuevo junte los cinco y apreté mas fuerte y comenzaron a entrar, se resistió de nuevo y grito por el dolor, le aplique mas fuerza y con trabajo entraron los cinco, se tensó todo y grito, luego poco a poco se aflojo y sin avisar le empuje mi mano y se metió toda, grito y se tensó por el dolor, me quede quieto dándole tiempo a que se acostumbrara y cuando se relajó, lentamente empecé a meter y sacar mi mano y comenzó a ronronear como gatito y gemía gozoso, su pene se endureció y con placer decía;
    
    ‘Ay que rico… Que que rico… métemela mas… así, así, mi vida… Dame más… Más… Rompeme el culo…’
    
    Estaba gozando con locura la penetración y se tensó diciendo;
    
    ‘Huy me vengo… me vengo… que rico… que rico… Mmmhhh… ahhh… que rico...’
    
    Su pene soltó varias descargas y se quedó como muerto por el esfuerzo y el cansancio tirándose en la cama, a mi me encanta cuando se aflojan toditos y es cuando me pongo mas cachondo, saque mi mano y recorriendo su cuerpo le metí mi verga ya sin ningún problema y lo goce con calma comiéndomelo a mi antojo sin ninguna resistencia, su cuerpo flojito ...
    ... me hacía sentir mas cachondo y le daba duro con calma y como ya me había descargado me gusto estar arremetiendo ese culo tan sabroso sin prisas, era mío y lo disfrute boca abajo, lo gire y de lado lo penetre muy rico, luego le subí las piernas y lo encule de nuevo, el como muñeco de trapo solo se dejaba hacer y gemía, por fin después de mucho rato de tanto placer con las ultimas fuerzas que me quedaban me vine en su culo y me tire sobre el besándolo con pasión, haciéndolo mío con mis besos.
    
    En cuanto pude, me metí a bañar para quitar todo rastro de la batalla y luego de secarme, lo mire atado y con los ojos tapados, se veía precioso listo para la faena, para comérselo a besos y con ternura le di un beso en la boca y afloje sus manos, después me salí y espere un taxi para ir a casa.
    
    Al día siguiente en el trabajo con mucha precaución solo me dijo;
    
    —Muchas gracias me encanto lo que me hiciste y cuando quieras estoy a tu disposición, fue riquísimo y me dejaste sin fuerzas, nadie me había tratado así y me hiciste enloquecer de placer, mis nalgas son tuyas cuando quieras.
    
    Seguimos trabajando como si nada y todo normal, nadie se dio cuenta y algunas veces fui a visitarlo para repetir lo que habíamos hecho y algunas otras fantasías que él deseaba realizar, me encantaba ese culito de maduro era riquísimo, pero cuando se terminó la relación laboral él tuvo que dejar de ir a la empresa y nos veíamos menos hasta que supe que había muerto de insuficiencia pulmonar, sentí pena ...
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