1. Primera vez con un alemán.


    Fecha: 07/01/2019, Categorías: Gays Autor: random150596, Fuente: SexoSinTabues

    ... labios rojizos me gritaban: ¡bésame! Lo hice y él respondió cerrando sus ojos y uniendo sus labios con los míos. Nos sumergimos en un largo y profundo beso, que inició como uno tierno y que poco a poco fue subiendo de intensidad. Nos tomamos de las manos mientras nos besábamos. Luego me abrazó y me apretó fuertemente contra él. Las manos fueron bajando hasta encontrarse con nuestros traseros, después con nuestros genitales. Frotamos nuestros cuerpos, nuestras manos, nuestros labios, nuestras vergas. Lo tomé de las nalgas y pegué su espalda contra la pared. Desabroché el primer botón de su camisa blanca y empecé a besar su cuello. Sentía su barba raspar con mis mejillas. Era inevitable. Cerró la puerta que quedó abierta en mi intento de despedida, me tomó de la mano y me condujo a su habitación. Lo seguí sin miramientos. Volvimos a unir nuestros labios y nuestras lenguas al borde de su cama y con sosiego nos dejamos caer en el desorden que ahí tenía. La cama estaba llena de libros, ropa y papeles. Le dio risa porque caímos sobre unos libros que ahí estaban. Das macht nichts – dije yo. Empezamos a explorar nuestros cuerpos; con las manos, con la boca, con la piel, con nuestro ser. Él se montó en mí y empecé a desabotonar el resto de su camisa. Toqué su pelo en pecho y sus pectorales definidos. Tomó la playera que traía puesta y me la quitó. Se recargó sobre mi torso y sentí el calor de su piel con la mía, su piel blanca contrastaba con mi piel morena. Eso me volvía loco, el ...
    ... chocolate con leche me encanta. Nuestro beso se volvió más intenso, más apasionado. Me dispuse a retirar el pantalón corto que traía puesto, ahora él estaba recostado sobre su espalda. No tenía ropa interior puesta, así que directamente descubrí su sexo que estaba listo para ser disfrutado. Regresé a unir mis labios con los suyos, y él retiró mi pantalón corto que ensucié cuando compramos la comida. Quedamos completamente desnudos, tendidos en las sábanas blancas. Estábamos desnudos en la cama, descubriendo nuestros cuerpos con caricias y besos, dispuestos a entregarnos. De sus labios pasé a su cuello, besé sus pectorales y sus pezones, de ahí pasé por su vientre plano en mi camino hacia su pubis, en donde me encontré con su vello rubio de distribución androide. En ese camino lo llené de besos, mientras con mis manos tomaba las suyas. Prolongué el jugueteo: nos besábamos, luego regresaba hacia abajo para seguir conociendo su geografía, nos volvíamos a besar (que ricos besos los de este muchacho). Después fui más allá de su pubis y mordí suavemente su ingle, a ambos lados de sus bolas. Se sacudió un poco por el placer que le provocó. Finalmente deslicé mi lengua por sus testículos y la subí por su pene hasta llegar al glande. En ese momento introduje su falo en mi boca y empecé a darle placer. Su cuerpo se estremecía con los movimientos de mi sinhueso, gemidos tenues me confirmaban que lo estaba haciendo bien. Me embriagué con su verga durante un rato. Entraba y salía de mi boca, ...
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