1. Cogiendo a doña Lorena a la cama junto a su cornudo marido


    Fecha: 08/01/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Quiero indicar que yo estaba haciendo mi práctica de Médico y Cirujano en una comunidad lejana, que tiene un Centro Médico tipo A y me enviaron para alli. Tuve que buscar donde vivir y el presidente municipal me ubicó en una casa como huesped, la casa era de don Liberato un señor de cincuenta y tantos años, que le gusta libar mucho y su esposa doña Lorena una madurita de cuarenta años o cercano a ellos, ella era dominada completamente por Don Liberato, no la dejaba ni ir a la puerta, ella casi siempre vestía vestidos largos, pero aún asi se notaba que estaba todavia muy buena, con una tremenda cola, buenas caderas, muslos grandes y unas tetas de miedo. Estando en la casa no podía dejar de ver a doña Lorena y en mi cama me la jalaba pensando en ella. Doña Lorena es el tipo de mujer sumisa de su esposo, hace todo lo que el dice y no le discute nada, solo se dedica a la casa y la cocina. Si tiene que ir a hacer un mandado, Don Liberato la envía con alguien cuidándola o le mide el tiempo cuando va sola. Yo soy muy calentón y me gusta el sexo en todo su esplendor y comencé a relacionarme con Doña Lorena, al principio me esquivaba, pero su vida solitaria hizo que me fuera hablando más y más, claro que esto era no estando su marido presente. Don Liberato era un buen bebedor y la edad ya lo traicionaba, pues se quedaba dormido en la sala bebiendo, le gustaba el tequila y el ron. El siempre me invitaba a beber, pero yo me tomaba dos o tres y alli me mantenía. Una noche como varias, ...
    ... estabamos bebiendo en la sala de su casa, la sala es como las casas de antes, inmensa, Doña Lorena nos sirvió alli de comer y luego botanas, ella se sentó con su marido, que por enésima vez se quedó dormido. Entonces me levanté y me senté con ella. Charlamos mientras oíamos roncar a don Liberato. Alli fue cuando la tomé de las manos y le dije que era una mujer muy atractiva, ella se sonrojó y me dijo que no dijera eso, -Nunca te has portado mal siendo esposa de él?- le pregunté -ayy no, ni dios quisiera- me dijo ella -vamos, eres muy hermosa y acuerdate que el cuerpo se va deteriorando con el tiempo- le insistí yo. La tomé de las manos y la acerqué y le di un beso en el cuello. -ay no Doctor Carlos, que esta haciendo?- -Vamos Lorena, se que te gustaría pasar un buen momento, a mi me gustas mucho- le dije -no, no, mi marido se puede despertar en cualquier momento- dijo ella sin quitarme de su cuello y mejilla. Metí mi mano desde abajo de su vestido y comencé a acariciar sus piernas, ella me decía que no a cada momento, pero no me quitaba la mano ni lo evitaba. Acaricie sus muslos internos y llegué a su chuchita, le acaricie sobre su braga que era inmensa. Ella me pedía que parara, pero yo ya no oía nada. Meti mi mano dentro de su calzón y pude tocar toda su pelambre, tenía un parche de pelos grande, al estilo antiguo. Acaricie sus labios vaginales y pude sentir que estaba muy mojada. Todo lo hacía con su marido casi al lado de nosotros. Ella me puso su mano sobre la mía para que ...
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