1. Cogiendo a doña Lorena a la cama junto a su cornudo marido


    Fecha: 08/01/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... me detuviera, pero solo era apariencia, pues no ponía fuerza en lo que hacía, yo exploré su raja, acariciaba sus labios vaginales, su clitoris entre la masa de pelos y ponía la punta de mi dedo en la entrada de su vagina. Ella comenzó a agitarse y a dar uno que otro gemido reprimido. Se que estuve a punto de provocarle algo, pues se levantó del sillón y me dijo, -ya no por favor Doctor, mejor ayúdeme a llevar a mi marido a la cama-. Con mucho trabajo lo llevamos, pues don Liberato es algo regordete. Lo depósitamos en la cama, ella le quitó los zapatos y a los poco segundos comenzó a roncar de nuevo. Me dijo que me fuera que ella se iba a dormir. Le dije -cambiate y ponte bonita, yo vendré en quince minutos a verte-. -ay no, por favor Doctor, dejémolo asi- me dijo ella. Yo me fui a mi habitación, me cambién, me puse un boxer flojo y una camiseta. Me la jalé un poco pensando en la señora Lorena. Esperé veinte minutos y luego tomé camino a la habitación de ellos. Abrí la puerta, la habitación estaba semioscura, solo la lampara de noche de Lorena estaba prendida. Don Liberato seguia roncando y ella alli estaba con un camisón de noche blanco, flojo, se notaba que debajo no tenía sostén. Ella estaba nerviosa y me acosté a su lado. Tomé su rostro y la besé, ella primero me separó, pero insistí dos veces más hasta que nos dimos un rico beso, mi lengua y su lengua se entrelazaron de forma deliciosa por varios minutos. Mis manos se metieron de nuevo debajo de su ropa para llegar a su ...
    ... chuchita, ahora su ropa interior era más pequeña, metí mi mano y acaricie de nuevo sus labios vaginales entre toda su pelambre, la acaricie hasta que comenzó a dar sus gemidos reprimidos, pero no me detuve hasta meterle un dedo dentro de su raja, ella gimoteaba, pero se ponía la mano en la boca, no quería despertar a su marido. Para estar más cómodos, le quité su camisón, ella intentó detenerme, pero se lo saqué, solo quedó en calzón. Sus tetas era grandes y comencé a chuparlas, le comía sus pezones, un dedo en su raja entrando y saliendo, la puse a ella mu caliente y ella tapandose la boca tratando de evitar dar gemidos sonoros. Su marido aún roncando a pierna suelta. Luego comencé a sacarle su calzón, pero ella me lo impedía, entonces vine y lo rompí en pedazos para sacarlo. Me fui poniendo encima de ella, busqué su boca para calmarla, estaba moviendose mucho, el besó sirvió para tranquilizarla le dije que todo estaba bien, fui colocando mi verga en la entrada su peluda vagina y la penetré. Ella se tapó la boca, pero aún asi se oyó su quejido. La fui clavando hasta el fondo, su vagina estaba hecha una sopa de lo mojada. Le fui levantando las piernas y aferrándome bien, comencé a bombearle mi verga, entraba y salía suave de su chuchita, ella me decía que no con boca y la cabeza, luego me decía a voz baja -mi marido y si despierta?-. Yo la seguía cogiendo rico y le decía -no te preocupes, ni cuenta se dará-. Segui dándole verga, cada vez con más fuerza y más profundo de su ...