1. Te lo haré aunque no quieras


    Fecha: 11/08/2017, Categorías: Hetero Autor: Nancybella, Fuente: CuentoRelatos

    ... mucho a sudor y realmente estaba sudando mucho, supongo que mientras más se agitaba más sudaba.
    
    Pero me repegó de tal manera que al tallarme nuevamente con su pito yo hasta sentí placer, pues se notaba que era un buen tolete el que tenía. Le dije que estaba bien, que lo haría bajo la condición de que no me pegara ni me violara y entonces se tranquilizó. Apagó la luz de la cocina y me llevó de la mano a la cama de mi madre. Igual apagó la luz y apenas una lucecita tenue entraba por la ventana del cuarto. Me aventó con fuerza a la cama y me ordenó que me quitara el short y después que lo hice me arrancó la pantaleta. El se desajustó el cinturón y dejó caer su pantalón quedando en calzoncillo. También se quitó su playera interior pues desde que llegó a la casa se había quitado la camisa. Yo sentía que él olía a carne aún y esa mezcla junto con su sudor me excitó.
    
    Y entonces, se quitó el calzoncillo y le vi su pito. Completamente erecto. Quizá de unos 15 centímetros de largo pero eso sí, gordito y muy duro. Estaba grueso y apenas lo pude meter a mi boca. Él respiraba y transpiraba fuertemente. Yo le chupé su macana como pude, pues apenas entraba a mi boca y me imaginaba que sufriría mucho cuando esa cosa la ensartara en mi vagina. Como un experto jugueteó con sus dedos sobre mi casa. Introducía uno o dos y realmente pude constatar en ese momento que si hubiera habido un campeonato de dedazos él habría ganado, pues me excitó de tal manera que yo estaba a punto de gritar. Lo ...
    ... hacía despacio y luego con gran velocidad. Y me ordenó que se lo siguiera chupando.
    
    No es difícil de imaginar lo que vino. Primero tuve una corrida tremenda. Chorros salían de mi vulva tras haber alcanzado el orgasmo y él se deleitó con mis gemidos. Estaba vuelta loca por ese inmenso placer que me proporcionó.
    
    Luego vino lo mejor. Él se acostó y me ordenó que me sentara en su pito. Lo hice lentamente, sufriendo un poco al sentirlo dentro. Ya después, entendí a mi madre cuando ahogaba sus gemidos. El tipo me volvió loca con sus arremetidas y con la dureza de su macana. Sinceramente ha sido de lo mejor que he tenido en cuanto a sexo porque él si bien no era un adonis, era un experto a la hora de la cogedera. Mientras yo meneaba el culo él con sus manos ásperas me apretaba las nalgas y me empujaba hacia él y de pronto, un orgasmo que me hizo gritar, sí, gritar de placer. Me cambió de posición y me ordenó que me sentara en su pito pero dándole la espalda y entonces volvió a penetrarme y hacerme suya de una manera vibrante. Sujetó sus manos hacia la cabecera de la cama tubular y arremetió con fuerza otra vez hasta que llegó otro orgasmo. Casi cometí la locura de decirle que lo amaba pues cuando me excito tanto digo esas palabras.
    
    Tras unos 15 minutos de arremetidas, me puso en la posición de perrito y volvió a atacarme con fuerza, con un pito que jamás dejó de estar duro. Otros 10 minutos de intenso placer. Llegó otro orgasmo y yo quería más y más. Siguió penetrándome así ...