Soy una puta
Fecha: 14/01/2019,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... nalgas, y el dolor del ano se hacia insoportable, tenia mucha sed. En una de las esquinas había un plato de esos que se les pone a los perro y parecía tener agua, camine sobre mis rodillas, me arrastre hasta llegar hasta el agua y meter mi boca en el plato.
Me sentía como una perra, atada, dolorida, apaleada, al agacharme para beber mis pezones rozaron el suelo y una puntada de dolor me sacudió todo el cuerpo, a la tenue luz de la habitación los observe, estaban amoratados, y mis pechos presentaban múltiples puntos rojos donde debían haber posado la brasa del cigarrillo.
Como pude me arrastre de regreso a la colchoneta, me dormí o me desmaye, cuando nuevamente me desperté junto a la cama había otro plato en este caso de una mezcla de arroz y algunos trozos de carne, comí desesperadamente y bebí el un poco mas de agua. Nuevamente me quede dormida.
¡Arriba!, ¡levántate puta de mierda!.
Alguien había abierto la puerta de la habitación y gritaba, al abrir los ojos identifique a Carlos.
Me puse de rodillas para poder enderezarme, con las manos atadas en la espalda es realmente complicado ponerse de pies. Me apoye en una de las paredes mientras él se acercaba, de uno de sus bolsillos saco la cadena terminada en pinzas que ya conocía.
¡no!, por favor, no me la pongas, prometo seguirte ...
¡Cállate!, mas te vale cooperar o si no, ... será peor.
Me quede muy quieta, apoyada contra la pared, mientras se acercaba tomaba mis pezones y los manipulaba hasta lograr ...
... que se pusieran duros para ponerme nuevamente las pinzas, el dolor se acrecentó pero me había propuesto no gemir. Puede observar mejor la cadena si bien en cada extremo tenia una pinza, en la mitad de ella tenia un aro. Saco del bolsillo una correa como las que se usan con los perros y la engancho al aro que se encontraba a la mitad de la cadena que unía mis pezones.
Date la vuelta – ordeno –
Si dudarlo por un instante me gire hasta quedar de cara a la pared, la cadena y la correa colgaban de mi pecho produciéndome una mezcla de dolor y sensaciones confusas.
Coloco sobre mis ojos el antifaz que me impedía ver y me ordeno arrodillarme e inclinarme hasta dejar mi ano y me sexo al descubierto. Introdujo en mis agujeros algo, grueso y largo, que me produjo nuevamente sensaciones contrapuestas, por ultimo me puso un cinturón o algo parecido que pasaba entre mis piernas y ligaba mi cintura, supongo que para evitar que se cayera lo que me había metido, me ordeno levantarme y comenzó a tirar de la correa y por tanto de mis pezones, ciega como iba seguía realmente a la cadena intentando mantener la velocidad en la que me doliera menos.
Me ordeno pararme y arrodillarme, en estos momento yo lo único que quería era hacer lo que me pidieran sin perder tiempo y evitar cualquier posible castigo.
La situación se repitió, por mi boca comenzaron a pasar diversas pollas, una tras de otra, a las que sin que se me pidiera, comencé a chupar, mamar, lamer hasta que una tras de otra ...