1. Con uno de mis amigos de la adolescencia (Cuarta parte)


    Fecha: 17/01/2019, Categorías: Microrelatos, Autor: buitrepanda, Fuente: CuentoRelatos

    -¡¡Ay, Carli… ya voy… Estoy por acabarte”
    
    -“Dale… dale mi amor. Dale…”
    
    -“Ahí voy… ahí voy… ahí… vooyyy… aaaajjjjhhh.”
    
    Y finalmente Eduardo llegó al orgasmo. Me abrazó fuertemente, y empecé a sentir sus hermosas contracciones rítmicas contra mi colita y espalda, y el tibio elixir que iba inundando de a poco, todo mi culito, hasta que finalmente, se quedó absolutamente quieto y besándome mi cuello. De inmediato, doblé mi cabeza para poder darnos un hermoso beso, donde nuestras lenguas se tocaban muy lentamente y besando nuestros labios, y de vuelta nuestras lenguas. Fue un verdadero beso lleno de amor.
    
    -“Te pasaste, Edu. Te adoro”
    
    -“Yo también. ¡¡De qué nos perdimos todos estos años, mi amor!!”
    
    -“Tenés razón, mi vida”
    
    Y empezó a sacar su pija de dentro de mí.
    
    -“NOOO… no la saques todavía. Déjala un poquito más adentro, por favor.” –le pedí en forma muy pero muy mimosa.
    
    Y la dejó unos minutos más adentro mío, por lo que sentía, cómo se iba achicando esa preciosura que tenemos los hombres, y que tanto gusta, a mujeres y hombres sin igual.
    
    Una vez que se achicó, la sacó, se tiró al lado mío, nos pusimos de costado, y quedando frente a frente, nos abrazamos y nos seguimos besando una y otra vez, mientras yo le agarraba su pequeña pija (en esos momentos), y la acariciaba, frotaba y de vez en cuando la pajeaba. Y él hacía lo mismo con la mía, pero ésta estaba con erección cada vez más fuerte, por lo que más que nada, me pajeaba y sobaba mis ...
    ... testículos.
    
    Mientras... yo sentía cómo iba resbalando por mi nalga derecha, el elixir que me acababa de dar Edu…
    
    Así terminaba la tercera parte de mi encuentro con mi amigo de la adolescencia, Edu. Pero faltaba la última parte de nuestro desahogo sexual de tantos años sin poder realizarlo, primero por no haber sinceros en nuestra adolescencia y luego por el paso del tiempo que nos fue separando por nuestros trabajos y propias vidas personales.
    
    Ustedes se preguntarán si esta cuarta parte será la última. Pues debo confesarles que sí, con Edu, al menos, fue la última vez que estuvimos juntos. Pero les garantizo que valió la pena. Tanto para él como por supuesto para mí.
    
    Continúo la cuarta y última parte…
    
    Una vez que me cogió bien cogido, su pija se achicó, la sacó, se tiró al lado mío, nos pusimos de costado, y quedando frente a frente, nos abrazamos y nos seguimos besando una y otra vez, mientras yo le agarraba su pequeña pija (en esos momentos), y la acariciaba, frotaba y de vez en cuando la pajeaba. Y él hacía lo mismo con la mía, la cual estaba con erección cada vez más fuerte, por lo que más que nada, me pajeaba y sobaba mis testículos. Yo sentía su mano apretando mi pija, y que continuaba pajeándome muy lentamente. Llevaba su mano hasta el tronco y luego lentamente la subía hacia el glande donde se quedaba jugando un poquito.
    
    Mientras jugaba de esta manera, su respiración se iba agitando más y más, y sus ojos me miraban fijamente y me “pedían” que lo cogiera. Viendo ...
«1234»