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Con uno de mis amigos de la adolescencia (Cuarta parte)
Fecha: 17/01/2019, Categorías: Microrelatos, Autor: buitrepanda, Fuente: CuentoRelatos
... esas miradas, lo empecé a besar con muchísima más pasión, dejando de lado los simples besos de labios y de tocarnos con nuestras lenguas, que siempre uno hace luego de haber pasado un momento sexual realmente exquisito. Dejé de besarlo, y fui bajando hasta que su mano que tenía agarrada mi pija, la apretó más como para que no me fuera, y le dije: -“soltame mi vida. Dejame hacerte feliz”, con lo cual me soltó. Lo moví para que se pusiera boca arriba, y yo me dirigí besando sus tetillas, torso, abdomen, para luego meterme la pija que estaba semi fláccida en mi boca, en donde sentí que se empezaba a endurecer dentro de ella. Se la chupé un rato, para luego bajar a sus testículos, con lo que me fui acomodando, para llegar a estar completamente en línea con él. En ese momento, le pedí que pusiera sus piernas sobre mi espalda, para así luego ir subiendo hasta que sólo sus posteriores de los muslos quedaron sobre mis hombros y el resto de sus piernas levantadas en el aire, con lo que quedaba a mi merced todo su culito hacia arriba. Al verlo así, mis labios fueron de inmediato de besar su ano, y pasar mi lengua una y otra vez alrededor de él, por lo que Edu empezó a gemir, y mover su cadera hacia los costados, como pidiendo más lengua pero esta vez dentro de su culito. A lo que accedí de inmediato, por supuesto. Le fui metiendo la lengua en su culito, y moverla alrededor de las paredes de su culito hermoso. Y él apretaba y aflojaba su ano, con lo que parecía que éste ...
... estuviera latiendo. Pero latía de placer. Latía como llamando a mi pija, que dicho sea de paso, en esos momentos estaba más que dura, por lo que tuve que pajearme lentamente mientras le besaba el culito. -“¿Querés que te coja?”, le pregunté -“Ay, sí Carlitos. Por favor metémela de una buena vez”. Entonces fui subiendo con lo que sus piernas también lo fueron haciendo, hasta quedar su latiente culito, a la altura de mi pija. Le pasé ésta desde debajo del ano, sobre éste hasta llegar a sus testículos. Varias veces. Hasta que sentí que él gemía cada vez más acompañado por el movimiento característico, de levantar un poco las caderas, pidiendo de esa manera que lo penetrara. Después de sobarlo varias veces con mi pija, me mojé mi dedo mayor con saliva, para metérselo lenta y suavemente dentro su culito. Luego le introduje además el dedo índice, y comencé a cogerlo con mis dedos, hasta que su culito quedó con la apertura necesaria para poder ir penetrándolo. Y así lo hice. También lenta y suavemente. Con muchísimo sentimiento. Con muchísimo cariño. Con amor. -“Así, así… más, más, más adentro por favor. ¡NO DEMORES! ¡METÉMELA YA!”, me dijo Edu -“Sí mi amor… ahí voy” Entonces seguí metiendo mi pija lentamente, pero esta vez con más fuerza, hasta que quedaron sólo mis testículos fuera apoyados contra sus nalgas. Y empecé a cogerlo, cada vez con más frenesí. Nuestros gemidos eran cada vez más seguidos, profundos y fuertes, por el placer que yo le estaba dando a él y el ...