¡Mi hermana, mi mujer, ufff!
Fecha: 20/01/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos
... cuatro centímetros. Fue mi hermana la que rompió el silencio.
Ayer se os oía una barbaridad.
¿En serio?, es que tu hermano es muy fogoso.
¡Serás guarra! Si a la que más oía era a ti.
Pobrecito, es que todo lo lleva por dentro.
Se rieron. Mi hermana volvió a la carga.
¿Es verdad lo que me dijiste?, que ya no le dejas...
Sí.
Entonces, ¿qué te hizo ayer que te estabas volviendo loca?
Me parece que eres demasiado joven para que te lo cuente.
Volvieron a reírse. Gloria se puso de costado de nuevo y acercó su cabeza a la de mi hermana y luego se inclinó hacia su pecho.
¿Qué haces tonta?
Qué bien hueles, ¿qué te echas en el cuello, en los pechos?
Un poco en todas partes.
Entonces Gloria posó suavemente una mano en uno de los senos de mi hermana acercándoselo a la nariz mientras inclinaba la cabeza. Noté un pequeño estremecimiento en Ana pero no se movió.
¡Te lo echas en las tetas, huelen a rosas!
Me echo un poco en el escote, pero sobre todo en el cuello.
¿Te echas un poquito abajo, también?
No, idiota, y sígueme contando, no te escaquees.
Ana se puso también de costado de cara a mi mujer, de manera que perdí de vista sus preciosos pechos pero la sensual curva de sus caderas se volvió a dibujar sobre la sábana. Rogaba porque mi madre abajo siguiera durmiendo, porque los latidos de mi corazón no me impidieran seguir la conversación de aquellas dos hembras.
¿Qué quieres que te cuente?
¿Cómo te hizo disfrutar? Gritabas ...
... tanto que me dio miedo que lo oyeran los niños.
¿Desde el otro lado de la escalera? Imposible.
¿Te comió?
No le dejo que me coma ni que me penetre.
¿Por quéeee?
Estoy aburrida ya. ¿Qué calor no?-
Gloria se estiró incorporándose. Se llevó las manos a la espalda para desabrocharse el sujetador, pero no se lo quitó enseguida, una de sus manos mantenía por delante la prenda ya sin sujeción, pegada a sus pechos. Con la otra se arreglaba el pelo. –
Estoy aburrida de los hombres…y en especial de tu hermano.
¡Pues qué envidia, hija!, yo no tengo la ocasión de aburrirme de ellos
Eso es porque tú quieres.
Ya
Yo sé de uno que te empalaría en dos segundos con sólo que abrieras un poquito las piernas.
¿Quién?
Tu hermano.
¡Serás burra!
En serio, me lo ha dicho.
No te creo, ¡cómo te va a decir eso!
Me ha dicho que eres preciosa, que hueles a flores, que desde que era un adolescente se le ponía dura con sólo pensar en ti....
¡Cállate ya Gloria, no tiene gracia!-
Ana se giró bruscamente dando ahora la espalda a mi mujer. Pude contemplar de nuevo sus preciosos pechos, y cómo la pequeña braguita moldeaba su pubis.
Yo ya no le doy marcha, por eso está como está el pobre, por eso se le cae la baba cuando te ve.
No te ha dicho eso.
Si no me crees... ¿Cuándo te he mentido en una cosa así?-
Gloria se volvió a poner boca arriba sobre la cama y Ana se giró de nuevo y se inclinó sobre mi mujer.
¿No me estás mintiendo?
No, cariño, tu ...