¡Mi hermana, mi mujer, ufff!
Fecha: 20/01/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos
... dio directamente la mano y luego la depositó amistosamente en mi hombro, mientras besaba a las mujeres. El otro, más pequeño y tímido nos saludó alzando levemente su copa.
No se acuerdan, Jacinto. Ninguno.
Yo si me acuerdo, idiota. Tú eres Andrés y tú Jacinto
Le respondió mi mujer. Sus caras me sonaban; Ana se reía y se fue a besar al chico tímido-.
¡Síííí...!-
El grandote, Andrés, abrió ampliamente los brazos y Gloria fue a cobijarse en ellos. Se abrazaron como dos amigos que tras haber pasado por lo mejor y lo peor juntos hubieran estado veinte años sin verse, y más o menos había sido así. Luego fue el turno de Ana, Andrés la agarró como una muñeca y ya no la soltó siguió hablando mientras pasaba su mano por encima del hombro de ella. Ella me miró, no se la veía incómoda pero con sus ojos parecía buscar mi protección. Jacinto se vino a mi lado y me saludó. Sus ojos brillaban. Parecía estar verdaderamente contento de verme.
Andrés y Jacinto, mis dos mejores amigos del pueblo, junto a Luis. No nos veíamos desde que acabamos la adolescencia salvo un par de encuentros casuales recién salidos de ella, en la época en la que se destierran los recuerdos del pasado porque la vida que se abre ante nosotros nos parece la verdadera, y todo se resuelve con saludos corteses y fríos. Ahora los recuerdos sí que brotaban, ayudados por la verborrea de Andrés, que parecía recordar todas las travesuras de aquella pandilla de niños. Gloria le matizaba y le corregía y todos ...
... reíamos. Poco a poco, Jacinto y yo fuimos entrando en una conversación, mientras Andrés hacía reír sin parar a las chicas. Por él supe que ambos habían abandonado el pueblo en la misma época que nosotros. Ambos se habían casado y tenido hijos, aunque Andrés estaba divorciado desde hacía varios años.
Ya le conoces, ya en nuestra época no le duraban casi nada los noviazgos. Un culo inquieto.
Ellos no habían perdido el contacto, en parte porque vivían en la misma ciudad, pero su círculo de amistades era diferente, por lo que en realidad, sólo se veían unos días en vacaciones cuando ambos coincidían en el pueblo, y era entonces cuando ponían al día su amistad. A Andrés le había ido bien en los negocios, tenía un concesionario de coches. Jacinto era un oficinista diligente y oscuro con una vida organizada y aburrida, que con su habitual prudencia prefirió insinuarme antes que entrar en descripciones detalladas que estaba seguro no iban a interesarme. Era un buen tipo. Por un momento deseé no haberlo perdido como amigo. La música se hizo más lenta y romántica. Noté una pesada manaza en mi hombro.
No me lo puedo creer, chico. Estas dos diosas son ya madres y por partida doble. Pero si parecen dos colegialas en su primera fiesta. Ya sabes que yo estaba enamorado de tu hermana. ¿Te acuerdas, no? Nunca me dejaba que la sacara a bailar. La muy.... Pero ahora se va enterar.
Andrés agarró a mi hermana de la mano y se la llevó, casi arrastrando a la pista. Ella se negaba entre ...