Colegiala de la Ubam − Segunda Parte - Relatos Eróticos

Colegiala de la Ubam − Segunda Parte

... última puerta grande del colegio, saque mi celular y le marque a julio, un tono, dos tonos, tres tonos, y ahí estaba el contestando el celular con su voz varonil.

Yo: amor mío. ¿Dónde estás? ¿Por dónde vienes? ¿Te falta mucho??

Julio: hola preciosa, porque no respiras un poco y volteas hacia tu izquierda.

Ahí estaba el parado vestido muy elegante, pues recuerdo que en una de nuestras platicas me dijo que siempre iba trajeado a su trabajo. Estaba el a un lado de su carro (una camioneta xtrail-blazer, gris, de espejos negros, casi polarizados. En verdad era una súper camionetota. La verdad me impacto, pues siempre había salido con chicos con autos, pero no con chicos con camionetas de ese tamaño. La verdad me emocione mucho.

Yo: ¡wooow!! Amor, ¿en serio eres tú??

Julio: ahí pequeñita, porque no cruzas y lo compruebas.

Yo: ¡ok no te muevas de ahí!!

Julio: ok.

Cuando nos saludamos no lo bese, solo lo abrace pues en el instituto, para los que lo conocen, sabrán que está prohibido que personas desconocidas vayan por ti. Solo pueden ir tu padre, madre o tutor, obvio con una identificación para avalar la veracidad de la identidad.

Cuando me abrió la puerta para ya subir, se acercaron o más bien llegaron corriendo dos guardias del colegio, se dirigieron hacia Julio y le preguntaron su nombre al mismo tiempo que le pidieron su identificación, él no sabía qué hacer, ni yo tampoco, pero pronto cual fue mi sorpresa que Julio en verdad era un tipo que no dejaba ...

... de sorprenderme, y les dijo: ¿qué sucede oficiales??

Guardia: ¿señor es usted familiar de la señorita?

Julio: no no somos familiares.

Guardia2: ¿entonces por qué viene usted por la señorita y quien es usted?

Julio: miren señores, yo soy el chofer del padre de Ery. Venimos de una convención en el norte del país, y si ustedes vinieron aquí corriendo por ella, es evidente que conocen a su padre o al menos a su familia, pues como saben siempre están ocupados, y mi jefe me pidió que viniera por su hija, pues él se quedó en casa con su esposa.

Guardia: ok señor, disculpe la molestia, pero tenemos que hacer una llamada a la casa de la señorita para verificar que sea cierto lo que usted manifiesta. Vuelvo en un momento, se fue uno de los guardias, quedando solo uno y preguntando sobre el trabajo y profesión de mi padre. Julio no sé de donde sacaba tanto rollo, pero poco falto para que yo creyera todo lo que decía.

Julio: ok no hay ningún problema.

Por suerte él nunca se puso nervioso, y siempre estuvo firme, más suerte era que mi madre no había pagado la línea de teléfono, después de un par de intentos. El guardia que se fue le marco por el radio al que se había quedado con nosotros, dijo que no entraba la llamada que, si tenía el número de su celular de mi madre, a lo que le respondí que no, después me pregunto por el de mi padre, y le dije que no, que el siempre anda afuera y que siempre cambia su número de celular. Interrumpió Julio, disculpe si quiere le marco ...