Mari Carmen, una madre muy ardiente. 8
Fecha: 26/01/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: hagen2012, Fuente: SexoSinTabues
... de la cuarentona, plap plap plap es lo que se escucha en el lugar , el sonido del las blancas nalgas chocando con el cuerpo de su sobrino, plap plap plap acompañado de los más excitantes gemidos -Oh si, si sigue Bernardo, taládrame el culo, si asi si no pares. La cachonda Mari Carmen con los ojos entrecerrados y con un hilo de baba que baja por la comisura de sus labios comienza con su mano derecha a estimularse el clítoris, y su sobrino sigue sodomizándola disfrutando ese delicioso placer de ver y sentir como su polla se pierde en el agujero de la sexy cuarentona. plap plap plap Bernardo continua con metiendo y sacando una y otra vez la verga del culo de su tía y vuelve a metérsela bien adentro acompañado de los dulces gemidos de su tia la madura Mari Carmen. Oh si si así, mételo Bernardo así, así, más, más. El placer es intensísimo y combinados con los gemidos de Mari Carmen, Bernardo no puede aguantar más y siente que está a punto de correrse. Con un quejido de placer, muy fuerte Bernardo empieza a correrse a montones. Primero eyacula dentro del culo de su cachonda tía después, saca con rapidez la polla de aquel delicioso agujero y continúa corriéndose, sobre las nalgas de Mari Carmen, que pronto quedan llenas y cubiertas de cremosos regueros de semen caliente. El muchacho se derrumba, cayendo sobre su sillón, desnudo y mojado, con la polla aún enhiesta y palpitante. Mari Carmen se da la vuelta y contempla, arrobada, la hermosura de aquel joven desnudo y con la polla ...
... tiesa que tiene delante. La mujer está cachonda, no se ha corrido y necesita hacerlo, necesita tener un orgasmo, sin no lo obtiene estallará allí mismo. Así pues, le da unos minutos de descanso a su sobrino. Luego, se yergue frente a él, desafiante, como una diosa poderosa, algo entrada en años, pero desnuda y lasciva. -Bernardo, ahora quiero que hagas tú algo por mí, ya que te he dejado que me dieras por el culo y no te he puesto ninguna objeción, eso sin contar con que has podido verme desnuda y, además, te he hecho una buena mamada. Creo que es hora de que me devuelvas el favor. Bernardo la contempla, estupidizado por la belleza decadente de su tía. Aquella cuarentona de tetas colgantes y de vientre grueso, largo pelo negro teñido y ojos brillantes y pícaros lo tiene subyugado. El joven, con la verga flácida volcada a un lado de su muslo, respira despacio, entrecortadamente. Mari Carmen se demora mirando los testículos hermosos de su sobrino, su polla lujuriosa y modada tumbada a un lado, cansada, pero latente de vida y de vigor. -Si, tía, haré lo que quieras- concede Bernardo. Y , con una sonrisa, le responde Mari Carmen: -Bien, pues quiero que vengas aquí, Y el joven obedece. avanza hacia su tía despacio, para que ésta disfrute viéndolo desnudo, caminando hacia ella. Mari Carmen se relame de gusto. Cuándo Bernardo llega a su lado, le coge la cabeza con la mano, la impulsa hacia adelante y le dice, susurrante: -Ahora, quiero que me chupes el coño lo mejor que sepas y puedas. ...