1. Lujuria navideña


    Fecha: 28/01/2019, Categorías: Bisexuales Autor: Slim Pantyhose, Fuente: CuentoRelatos

    ... broncas, ok?
    
    -Entonces me das permiso de que le abra las piernas para que meta su mano? Hasta donde él pueda claro.
    
    -Si, ya sabes amor, que te caliente un poquito, aunque me imagino que quien va a quedar más caliente es él, jajajaja.
    
    Me comenta:
    
    -Vamos a hacer una cosa, ok; si él se atreve y me toca, aprieto tu mano para que trates de ver de forma disimulada para que veas sus reacciones, te parece?
    
    Acepté gustoso. No tardó mucho en darme la señal, el problema es que me apretaba muy fuerte, entonces decidí meter mi mano entre las piernas de ella y sentí que las tenía completamente abierta, ella me miro y con una cara de pícara me dijo: -tú me diste permiso, ok?
    
    Poco después de eso y ya algo tarde la gente comenzaba a retirarse del lugar así es que con algunos compañeros nos fuimos juntando en una sola mesa, yo seguía bailando con mi mujer y todos no le quitaban la vista de encima.
    
    Me pidieron permiso para ir a bailar con ella y obviamente acepte. En un momento dado me dice mi mujer:
    
    -ay amor, el chavito éste se siente que está bien dotado eh? Cada vez que se me acerca y me gira, me roza su pene en mis nalgas y perdón amor, pero la trae bien dura.
    
    - pues sigue bailando con él, a ver hasta dónde puede llegar. –le dije.
    
    Al poco rato, Fermín (así se llama el chavo de 22 años que trabaja en la empresa) se desapareció, regresó cerca de 30 minutos. Estaba ya por terminar el evento y en una de las últimas piezas de baile, cuando regresa mi esposa me ...
    ... dice:
    
    -qué crees amor, dice Fer que ya contrato una Junior Suite, que te convenza para que vayamos a seguir la fiesta ahí, que ya tienen todo preparado con Samuel.
    
    En esos momentos mi cabeza explotaba de excitación. Estaba ya todo preparado. Salimos del salón y me dice don Samuel:
    
    -entonces qué onda Ing., seguimos la fiesta? Dicen que van a ir los demás, pero pues hay que adelantarnos, no?
    
    -Va -le digo- sólo vamos al coche a cambiarme de zapatos porque estos ya no los aguanto y mi esposa igual, dime en que habitación es?
    
    Después de darme los datos nos regresamos al coche y sí, efectivamente me cambié de zapatos, aunque mi esposa decidió quedarse con las sandalias que traía puestas. Llegando al auto, lo primero que hice fue sacar unos condones que ahí andamos cargando por cualquier emergencia, eran de sabor chocolate, esos le encantan a mi mujer. Además acordamos lo siguiente, que me tomaría solo unas copas y después me haría el dormido con la condición de que se fueran a la habitación, ella no dudó en aceptarla.
    
    Tomamos el elevador y cuando llegamos a la habitación estaban ya preparadas las copas, ron, tequila y hasta algo de botanas. Efectivamente mi plan estaba saliendo a la perfección. En el sofá principal de la habitación nos sentamos mi esposa y yo. Samuel se sentó en una silla y Fermín en otro sofá. Platicábamos de muchas cosas y yo no dejaba de acariciar las piernas de mi mujer, por momentos le hacía la indicación para que cruzara más arriba, eso permitía ...