Visitas inesperadas - Parte 3 - Relatos Eróticos

Visitas inesperadas - Parte 3

... contrincantes. El último en salvarse será el ganador del juego. El ganador en esta fiesta tendrá la oportunidad de imponer un castigo a cualquiera de los miembros sin ninguna limitación. ¿Entendido?- preguntó

Tanto mi astuto primo como mi madre contestaron moviendo la cabeza. Yo por otro lado quedé absortó por la parte del castigo, pues sabía que aquella regla era nueva.

-Muy bien, entonces empecemos jajaja. Pon una silla más en el centro- me ordenó

Habían en ese momento dos sillas y tres participantes, mi madre mi primo y yo, mi tía por su parte estaba al pendiente del estéreo- ¡qué lástima!. Pensé- yo quería ver su apetitoso cuerpo menearse.

Así pues comenzó a sonar la música, era electrónica, el género que lo inició todo ¡vaya ironía! Mientras dábamos las primeras vueltas alrededor de las dos sillas por un lado vi que mi madre con aquellos tacones y movimientos un poco exagerados por su falta de experiencia ocasionaron que su faldita de vuelo se levantara tanto que no ver su majestuosa cola realzada todavía más por la altura de sus tacones, era imposible; el inicio de sus tan contorneadas y voluptuosas nalgas eran más que evidentes, pues aquella prenda no alcanza a taparla por completo. Meneo tras meneo me distrajeron e hicieron que iniciando la primera ronda perdiera- pero qué timo- susurré

-ponte las pilas campeón jajajaja- rio burlón

-Bueno al menos ahora podré estar cerca de mi tía- pensé

En la ...

... siguiente ronda sólo había una silla en medio y dos participantes, mi madre y mi primo.

En seguida comenzó a sonar la música. Mientras ellos recorrían la silla al ritmo de la canción, mi tía me jaló atrayéndome justo atrás de ella. La música continuaba sin interrupción al mismo tiempo que mi diosa y muy perfecta tía meneaba con sensualidad y erotismo su cuerpo; su apetitoso culo respingón, grande y moldeado lo pegó con mucha destreza en mi polla, la que por cierto ya estaba muy erecta. Cundo estaba ya dispuesto a frotar mi cuerpo contra ese monumento de pronto la canción se detuvo.

Después de muchas risas y gritos, mi madre para mi desgracia otra vez quedó encima de mi primo, quien por cierto aprovechó todo el tiempo para poner sus manos regordetas sobre aquellos muslos blancos y perfectos.

-¡Ay Volví a perder! ¿Pero por qué eres tan bueno Toño? – mi madre se quejaba, ¡pero sin levantarse de su regazo!

-tranquila tita- le comenzó a sobar su piernas a modo de consuelo- no pasa nada, en la siguiente seguro ya podrás- se lo dijo animándola

¡Vaya vaya! Así que mi tontita hermana perdió ehhh, dijo la mandona de mi tía. Pues bueno, Toñito tú como ganador debes imponerle un castigo jajaja, Dinos corazón ¿Cuál le pondrás a tu tita?

Mi madre por su parte lo miraba con aquella vibra maternal y tierna sin ser consiente que mi primo tenía en mente un juego muy pervertido.

¿Y tú qué castigo crees que le puso?

Continuará…