Visitas inesperadas - Parte 3 - Relatos Eróticos

Visitas inesperadas - Parte 3

... primo como mi tía y yo aceptamos, pero mi madre que estaba dolida no quiso e insistiendo le pidió a mi primo que continuara

-Basta hermanita, mañana te prometo que continuaremos

En la noche

Primo- pregunté- ¿qué tal lo hice hoy?

Tu actuación estuvo de lujo primo- contestó, si continúas así te aseguro que muy pronto lograremos lo que queremos

¿Lo que queremos?- me pregunté- ¿o lo que ustedes quieren? ¿Pero qué se traerán estos?

Mi primo después de una charla corta procedió a mirar su revista de maduras mientras yo como era costumbre salí al baño para mirar un poco más de mi cándida tía, más de su espectacular cuerpo monumental

Cuando me aproximé al cuarto mi sorpresa fue mayúscula pues esta vez no sólo mi tía estaba en ropa interior tan deseable como siempre, no sólo ella mostraba sus ricos muslos de concurso y hermosas nalgas grandes y moldeadas NO, ¡sino también mi queridísima madre! Mi madre una vez más estaba acostada boca abajo con una braga insuficiente para tapar aquellas regordetas nalgas tan imponentes; estaba platicando con mi tía mientras inexplicablemente se dejaba toquetear por ella, permitía que su mano se deslizara libremente por lo largo de sus riquísimos muslos, su cola, espalda hasta llegar a su cabellera. Al parecer mi madre estaba triste y mi tía la consolaba

¿será que le afecta mucho mi comportamiento?- me pregunté- NO CREO, debe haber algo más, ¿pero qué es?

Mientras trataba de atar cabos se escuchó una risita que captó mi ...

... atención, era la risa de mi amada madre; por lo visto mi tía comenzó a deslizar sus dedos por zonas sensibles, lugares que ocasionaron al más ligero contacto un cosquilleo; primero tocó su hermoso vientre, para luego sentir sus costillas y después terminar con su manos sobre sus pechos

Mi madre divertida por la habilidad de mi tía comenzó a flexionar su cuerpo violentamente tratando de evitar que mi tía siguiese, PERO sus esfuerzos fueron inútiles, pues en cuestión de segundos mi madre ya se encontraba sometida a la voluntad de su hermanita

Ver la forma en la que mi madre levantaba sus ricas piernas cada que trataba de defenderse del manoseo descaradísimo de mi tía, uno que ya no sólo abarcaba la parte superior, sino también sus pies, sus muslos desnudos y blancos y su cola tan espectacular; ver a mi tía encima de ella moviéndose sensualmente, como si se la estuviese follando y a mi madre a ella divertida me produjo una erección instantánea pues esa escena en particular me fascinó

Mientras seguía embobado en aquello, mi tía después de decirle un par de palabras al oído, por lo que tuvo que extender su cuerpo semidesnudo sobre la espalda y muslos de mi madre ¡pero que locura!, se levantó y después de mirar hacia donde yo estaba, o eso creí, fue a apagar la televisión

Al día siguiente mientras jugaba solo videojuegos en mi habitación para distraerme de toda la locura de ayer, a causa de la sed bajé a la cocina para servirme agua, en el trayecto escuché susurros en el ...