1. AGUSTÍN Y LAS PRIMERAS EXPERIENCIAS


    Fecha: 13/08/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... mientras se aproximaba más y más contra mí. Por un lado quería zafarme de sus brazos y salir corriendo de allí, y por el otro no quería moverme porque, aunque extraño, la sensación era placentera. Un calor inexplicable recorría todo mi cuerpo y me estremecía por completo. Sabía que era su pene lo que se apretaba bajo de mí, no era tan tonto como para ignorar esa realidad. Era consciente, si bien no plenamente, de las costumbres de la edad adulta, pero era algo que no encajaba en mi cabeza y me confundía. Agustín sería quien acomodaría las piezas en mi mente. Era un hecho. Esto sucedía con frecuencia y yo solo podía disfrutarlo en silencio. El segundo paso sería clave, sucedió una noche en la que me dejaron dormir en su cuarto para ver algunas películas. Nos encontrábamos en su cama para ver la televisión, luego a la hora de dormir me iría a la mía. Él llevaba un pantalón, largo y a cuadros de color azul oscuro, y una camiseta blanca de manga corta. Tenía ambos brazos doblados con las palmas de las manos detrás de la cabeza. Y yo me acurruqué muy cerca, pensando en lo lindo que era mi primo, sin prestarle atención a la película. —¿Por qué tanto pelo en las axilas, Agus? —Porque soy más grande y a los varones cuando crecemos nos sale pelo en todo el cuerpo, en la cara, en las piernas, en los brazos, en el pecho y en otras partes —respondió. —¿En otras partes? —pregunté. —Sí, en la verga y en las bolas, se llenan de pelos rizados —comenzó a decir mi primo, fingiendo ...
    ... desinterés—. Como el de las axilas. —¡Mentira! Eso es asqueroso —dije, riéndome y llevando mi mano a sus axilas para tironearle de los vellos. —No me creas, pero es la pura verdad, parece asqueroso sí, pero es como tiene que ser con nosotros, los hombres. —¿Me mostrarías? —No puedo, sos muy chico y no sería correcto. Yo me puse serio y no quería insistir para no parecer pesado, aunque moría por verle desnudo. —¿Qué más cambia en el cuerpo, Agus? —Mucho. Todo empieza a crecer y nuevas sensaciones aparecen que ni te imaginas. Pero otro día te cuento. Ahora estoy muy cansado. Agustín al ver mi expresión de disconformidad me agarró la mano y la llevo a su abdomen que ya tenía un poco de vello, y la fue bajando despacio mientras con la otra mano se levantaba el pantalón ligeramente, sin que pudiera ver nada. Entonces metió mi mano, no hasta el fondo como me hubiese gustado, sino solo un poco para que pudiera tocar con los dedos los abundantes rizos. —¿Ahora me crees? —Preguntó mi primo sin esperar respuesta—. ¡A la cama! Me levanté sin decir nada, directo a mi cama. No pude dejar de recrear en mi cabeza una y otra vez lo sucedido. Si todo crece y cambia en nuestro cuerpo a medida que llegamos a la madurez. Qué tanto más grande era su pene del mío. Cómo se veía su verga y testículos con tanto vello. Qué más había para saber y descubrir. Todo se revoluciono en mi mente y no me iba a quedar de brazos cruzados. Era mi turno de avanzar y demostrar que tenía todo mi consentimiento a su favor. Esa ...