1. Adriana una mamita joven, soltera e inolvidable


    Fecha: 29/01/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Gabriel351, Fuente: CuentoRelatos

    Mi nombre es Gabriel, corría el mes de septiembre cuando vi por primera vez a Adriana, yo había cambiado mi recorrido hacia el colegio porque la línea que pasaba por casa y me llevaba hasta allí había dejado de circular, ahora debía tomar dos colectivos para llegar, a ella la vi ese día por primera vez, yo iba hacia la parada del colectivo y ella transitaba en sentido contrario, y al pasar delante mío la piropeé, diciendo:
    
    G-Desearía ser una lágrima tuya, para nacer en tus ojos, vivir en tus mejillas y morir en tus labios.
    
    Ella sonrió y cuando quise seguirla llegaba a su casa al tiempo que charlaba con una vecina, desde ese día no pude sacarla de mi mente, tres días después volví a verla, pero no fue de la manera que yo suponía, ella fue hasta la parada donde yo estaba acompañada por una chica, ella la acompañaba hasta la parada y se quedaba allí hasta que tomase el colectivo que era el mismo que tomaba yo.
    
    Me quedé charlando con Paola y ahí me enteré que el amor de mi vida se llamaba Adriana y ahí recibí una sorpresa más que increíble. Adriana no era la hermana de Paola sino su madre. No podía creerlo, ella no aparentaba más de 20 años. Nos bajamos juntos, Paola, iba a un colegio privado que quedaba frente al mío con lo cual casi siempre viajábamos juntos lo que hizo con el correr de los días que ambos estableciésemos cierta amistad, lo cual estableció un acercamiento también con Adriana, ella era bonita con un buen físico en la cual resaltaba sus buenas caderas ...
    ... y cola, sus senos eran de tamaño algo pequeño para mi gusto, siempre andaba en pantalones, era muy cariñosa y dulce con su hija y la mimaba bastante, ella tenía 13 años.
    
    Pasaron unos 2 meses así, yo mirándola… deseándola e imaginándome como serían sus mimos hacia mí, mucho más cuando ese encuentro diario y esa especie de amistad con Paola (su hija) hizo que ella entablase un diálogo conmigo y que al encontrarnos en la parada ella me saludase con un beso en la mejilla, eso me permitía tener un mayor acercamiento.
    
    Por Paola supe que ella no conocía a su padre; su madre era soltera y no tenía pareja, yo por momentos la miraba deseándola y en realidad eso no pasó desapercibido por ella y llegué a pensar por ciertas actitudes disimuladas que Adriana alentaba mis miradas. Pero la presencia de Paola hacia que mis intenciones disminuyesen, por lo cual estaba pensando la posibilidad de esperarla y encontrarla en el camino a solas, vale decir llegar tarde o no llegar… al colegio pero estar unos minutos a solas con ella, y eso sucedió unos días después de forma involuntaria.
    
    Corría el mes de noviembre y esa mañana amaneció lluvioso tomé mi primer colectivo y comenzó a llover en forma torrencial, lluvia que se extendió durante unos 15 minutos, cuando bajé del colectivo la lluvia era muy tenue y ya la tormenta estaba desapareciendo, poco a poco comenzaba a despejarse el cielo; pero la intensidad con la que había llovido las calles estaban anegadas lo cual dificultaba cruzarlas. ...
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