1. Era caprichosa, mimosa y traviesa (Parte 2)


    Fecha: 02/02/2019, Categorías: Sexo Oral Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... torrencialmente en su boca. Mery, al ver el torrente que salía del coño de sor Patricia y como sor María tragaba con lujuria, notó como su coño y su ojete se abrían y se cerraba, y como el coño dejaba caer gotitas de jugo sobre la cama.
    
    Cuando sor Patricia acabó de correrse, Mery hizo un 69 con sor María. Estaban tan calientes, que un par de minutos más tarde, temblando Mery, sacudiéndose sor María y gimiendo las dos, se corrieron y bebieron una de la otra.
    
    Al acabar de correrse, hablando de cosas intrascendentes, cogieron el cheque, se vistieron y volvieron al convento.
    
    Ya eran las once de la noche cuando volvió Félix de Roma.
    
    -¿Hay alguien en casa?
    
    Le respondió Mery desde su habitación.
    
    -¡Ven papá que tengo una sorpresa para ti!
    
    Félix fue a la habitación de su hija. Abrió la puerta y desde el umbral vio la habitación iluminada por cuatro velas aromáticas y a su hija en medio de la habitación. Vestía una minifalda roja y un top blanco, llevaba unas medias rojas y unos zapatos rojos de tacón de aguja, que la hacían aún más alta de lo que era. Félix, le dijo:
    
    -Buenas noches, hija. Hoy no estoy para tus juegos.
    
    -¡Qué pena! Te quería hacer un baile de agradecimiento. Gracias a ti hoy me tiré a dos vírgenes.
    
    -Gracias a mí, no.
    
    -Sí, pensé que me las mandabas tú y me tiré a dos monjas, novicias para ser más exacta. Les tuve que pagar 18.000 euros, pero valió la pena.
    
    Mery estaba sisando a su padre. Era falsa para todo. Félix no la ...
    ... creía.
    
    -Estás de coña.
    
    -Ni de coña ni de coñá. La cosa fue de coños. Me tienes que devolver el dinero. Si ya no quieres mi chochito, es cosa tuya.
    
    -No, no lo quiero. Nunca lo quise. Mañana, si lo confirmo, te hago una transferencia... ¿A qué vinieron las mojas al pazo?
    
    -A vender pasteles.
    
    Félix, creyó a su hija. Le picó el gusanillo de la curiosidad.
    
    -¿Estaban buenas las novicias?
    
    -¡Buenísimas! Rubias, guapas, con bellos cuerpos... Y siguen siendo vírgenes. No me extrañaría que volvieran por aquí. ¿Siendo creyente te follarás a una monja?
    
    -A una, no, me follaría a las dos
    
    -¿Y podrías con ellas?
    
    -Y más que me echaran, muñequita.
    
    -¿Bueno, qué? ¿Me miras mientras bailo?
    
    -Estoy muy cansado.
    
    Volvió la mimosa poniendo morritos.
    
    -¡Joooo! Con lo que me costó escoger las canciones y ensayar el baile. Mírame un poquito, por fa.
    
    -Vale, pero sólo un poquito.
    
    Una sonrisa iluminó el bello rostro de Mery.
    
    -Siéntate en la cama.
    
    Félix, entró en la habitación y se sentó en el borde de la cama. Mery puso la música en el aparato. Eran tres canciones de Shakira: Ciega Sordomuda, Loca y Loba.
    
    Mery, comenzó a bailar moviendo el cuerpo sensualmente. Se acercó a su padre, cerró los ojos, movió las caderas cadenciosamente y le pasó los dedos entre el cabello. A Félix lo empezó a embriagar el perfume Coco Noir de Chanel. Cuando su hija, con las piernas abiertas, se balanceó de un lado al otro, muy lentamente, la tensión sexual se palpó en el aire. Meri, ...