1. Me descubrieron vestida en la oficina


    Fecha: 04/02/2019, Categorías: Incesto Autor: ClaudiaZorra, Fuente: CuentoRelatos

    Un tiempo atrás, aún no era tan puta como ahora, pero me encantaba “jugar” con ciertos riesgos. Una de las cosas que me encantaba, y aún lo hace, era ir a la oficina con lencería bajo mi ropa de trabajo. Usualmente voy a la oficina con pantalones sueltos y camisa sport, así que no era mucho problema ponerme debajo algo sexy, por ejemplo, pantis tipo malla, con portaligas, thong y, debajo de la camisa algo lindo como un tank top, un top con tiritas, o un bra para deportes. Simplemente me excitaba increíblemente estar frente a mis amigos sin que ellos sepan que, debajo de esa ropa, había una puta. Lo había venido haciendo sin ningún problema. Incluso, a modo de “token mágico”, siempre llevo un lápiz labial en mi bolsillo. Pero claro, tarde o temprano, algo “sale mal”.
    
    Efectivamente, un día de esos, justo me había vestido (o diríamos “sub-vestido”) como una perra más; luego de almuerzo, debía recoger unos informes del sótano para llevarlos a mi cubículo en el segundo piso. Antes de pasar por el archivo, hice una parada por el servicio higiénico: uno de los clips del portaligas se había soltado y necesitaba arreglarlo. Como era un baño (de hombres) al cual prácticamente nadie entraba por estar en el sótano, simplemente no se me ocurrió asegurar la puerta – después de todo, solo tomaría un par de minutos. Y solo tomó ese tiempo para el desastre: en un instante inesperado, alguien abrió la puerta – era, Carlos, uno de los muchos empleados de nuestra firma. Carlos tendría sus ...
    ... 35 años y era el típico “vivo” que trataba siempre de hacer lo mínimo posible y manipular al resto para que hagan su trabajo; no era su fan, pero debo admitir que era bien parecido. Carlos y yo nos quedamos ambos paralizados: allí estaba yo, con el pantalón hasta las pantorrillas, exhibiendo mis medias tipo mallas, thong negro y portaligas; al inicio su reacción fue entre burla y sorpresa – “¿qué carajo haces? ¿Por qué estás vestido así?” – “¿eres gay?” Yo no sabía cómo reaccionar; en aquella época ya iba a clubes nocturnos, mamaba verga y cogía por aquí y por allá pero siempre había mantenido mi identidad secreta en el trabajo – como dicen: trabajo y placer no se mezclan.
    
    Luego de despertar del shock, empecé a rogarle que no dijera nada a nadie -- “por favor que sea nuestro secreto, no lo divulgues”. Entonces dije la frase que me condenaría “haré lo que sea por ti”….en realidad lo dije pensando en que estaba dispuesta a hacer su trabajo de oficina, pero obviamente él lo entendió de otra manera, la misma manera en que todos están pensando ahora. “¿Cualquier cosa?” “Humm, interesante…” ¿sabes mamar verga?” En ese instante pensé “¿qué? ¿De qué diablos habla?” Luego me di cuenta que había caído en mi propia trampa
    
    - ¿quieres que te la chupe? ¿Aquí? ¿Ahora?
    
    - Bueno, acabas de decirlo, “cualquier cosa” – y ahorita siento ganas de una mamada…
    
    - No te pases, ¿cómo voy a hacer eso aquí, en el trabajo? Alguien puede entrar.
    
    Entonces Carlos puso el seguro a la puerta; ...
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