El Secreto De Mi Compañera | Parte 1
Fecha: 07/09/2025,
Categorías:
Transexuales
Autor: Altheros, Fuente: SexoSinTabues30
... también prendieron los suyos y enseguida se presentaron.
—Yo soy Ángel —dijo él, estirando la mano con una sonrisa confiada.
—Y yo Bárbara —agregó ella, acomodándose el cabello detrás de la oreja.
Nos presentamos los cuatro casi al mismo tiempo, como si esa pequeña ronda improvisada hubiera sellado un pacto de inicio de curso.
Charlamos un rato entre los cuatro, lo justo para romper el hielo, y cuando nos dimos cuenta los quince minutos ya habían pasado. Volvimos al aula despacio, todavía con las risas frescas en el aire.
La profesora nos esperaba firme junto al escritorio, y apenas el salón se llenó retomó la clase como si nada. Después de un par de explicaciones más, anunció la primera tarea, y enseguida el murmullo de los estudiantes volvió a llenar el lugar.
Yo trataba de prestar atención, pero lo único que sentía era la calidez de Mikeila a mi lado, el roce ocasional de su brazo y la certeza de que algo se había encendido entre nosotros desde ese primer saludo.
Cuando la clase estaba por terminar, Mikeila tomó la iniciativa con naturalidad:
—Che, ¿quieren que arme un grupo de WhatsApp para que nos organicemos con la tarea?
Ángel y Bárbara aceptaron enseguida, y en cuestión de segundos estábamos intercambiando números.
Yo apenas podía concentrarme en teclear el mío, porque lo único que me importaba era que al fin tendría su contacto. Ver cómo mi nombre aparecía en su pantalla me generó una sensación absurda de triunfo, como si hubiera ...
... ganado mucho más que una simple compañera de grupo.
Era la única clase del día, así que al terminar recogimos nuestras cosas y nos despedimos. Cuando me incliné hacia Mikeila para darle el beso en la mejilla, su perfume volvió a envolverme como una ola cálida, grabándose en mí con la misma intensidad que la primera vez. Fue apenas un instante, pero suficiente para dejarme mareado de deseo y expectativa.
Después cada uno tomó su camino, perdiéndose entre el bullicio del pasillo, y yo me quedé con la sensación de que ese saludo había sido mucho más que una simple costumbre.
El día pasó entre rutinas y preparativos para la jornada siguiente, pero cuando me acosté en la cama, la calma de la noche me llevó de nuevo a ella. Mikeila. Su perfume aún parecía flotar en mi memoria, igual que su figura, tan marcada en cada detalle. Realmente me había parecido hermosa, tan hermosa que con solo evocarla sentí cómo la excitación me recorría de golpe.
Mi cuerpo reaccionó antes de que pudiera frenarlo, y la erección se volvió inevitable. No había forma de terminar esa noche de otra manera: me dejé llevar. Cerré los ojos y me imaginé su cuerpo desnudo junto al mío, su perfume mezclándose con mi propio sudor, su piel blanca como la leche, suave como la seda, rozando cada parte de mí. La imagen me envolvía hasta hacerme perder la noción de todo, hasta que la fantasía se volvió tan real que mi respiración se aceleró y no pude resistir más.
Apenas terminé, aún con el pecho agitado y la ...