Memorias de una Perra Humana - Parte 1
Fecha: 08/09/2025,
Categorías:
No Consentido
Autor: Celine Parra, Fuente: TodoRelatos
... fogones, otros tendían cuerdas entre los árboles para colgar ropa, unos pocos se adentraban en el bosque con rifles al hombro.
Lo que más le llamó la atención fue la vestimenta —o falta de ella—. Hombres de entre cuarenta y sesenta años, con cuerpos que iban desde el atletismo hasta la obesidad mórbida, circulaban semidesnudos como si estuvieran en una playa nudista. Pantalones de trekking colgando de las caderas, torsos sudorosos al descubierto, algunos incluso en bóxer como si la presencia de una mujer de diecinueve años no les importara lo más mínimo.
— No es lo que esperaba — murmuró para sí, sacando su teléfono con manos que apenas temblaban.
El contraste entre la brutalidad del entorno y su imagen de influencer era casi cómico. Andreita se acomodó el vestido verde —ahora irremediablemente arruinado—, se pasó una mano por el cabello para desenredar los rulos castaños y encendió la cámara frontal.
— ¡Hola, chicos! Acá Andreita llegando al campamento más exclusivo de Mendoza — dijo con voz dulce, girando el teléfono para mostrar el paisaje agreste —. Van a ser dos meses de aventura, naturaleza y... mucho contenido nuevo.
Ninguno de sus seguidores vería las miradas que los hombres le lanzaban mientras grababa. Ninguno notaría cómo Ramiro, sentado sobre un tronco cerca del río, afilaba su cuchillo mientras la observaba con la intensidad de un depredador estudiando a su presa.
Hizo varias tomas: posando junto al río (ignorando cómo el agua turbia hacía ...
... transparente su vestido al mojarse las bastillas), sonriendo frente a las carpas (sin mostrar que la única que no tenía dónde dormir era ella), fingiendo comer frutos silvestres (escupiéndolos en secreto cuando el sabor amargo le quemó la lengua).
— Hashtag VidaSalvaje, Hashtag AventuraExtrema — canturreó mientras subía las fotos a Instagram, eligiendo cuidadosamente los filtros que hacían ver todo más idílico, menos siniestro.
El teléfono vibró con un mensaje de su representante: "El contrato dice que debés estar tres días sin señal para hacer más auténtica la experiencia. Apagá el celular después de subir este contenido."
Andreita miró alrededor. Los hombres seguían con sus tareas, pero ahora parecían más conscientes de ella, como si supieran que pronto estaría desconectada del mundo exterior. Completamente sola.
— Bueno, chicos, me voy a desconectar unos días — dijo en su última historia, sonriendo con una dulzura que no sentía —. ¡Pronto más aventuras!
Apagó el teléfono y lo guardó en su bolso de cuero, sintiendo cómo el último lazo con la civilización se cortaba.
Ramiro, que había estado observando todo desde la distancia, se levantó del tronco y comenzó a caminar hacia ella. El machete brillaba bajo el sol.
Andreita respiró hondo y sonrió, como si no sintiera el peligro.
Como si no supiera que, muy pronto, tendría que pagar por ese techo que tanto necesitaba.
El sol se había hundido tras los cerros, tiñendo el campamento de sombras alargadas y ...