Esclavo de mis dueñas Olga y Bea (1)
Fecha: 10/09/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Eduardo Marín, Fuente: CuentoRelatos
... soportar cantidad de vejaciones, humillaciones y malos tratos, sobre todo por parte de Olga.
Ya no es que me tuviera horas enteras de rodillas besando y lamiendo sus pies, mientras veía una película o una serie que a ella le gustara.
Ya no es que me humillara, cómo hacía normalmente al venir de su trabajo y entrar en su casa… Ahí, inmediatamente yo me tenía que arrodillar, besar sus pies, descalzar sus zapatos o sus deportivas, calzarle sus zapatillas caseras… Y lo primero que hacía Olga, era pasar revista a la casa, para ver si había hecho bien, lo que ella me había ordenado.
Yo mientras ella inspeccionaba la casa, tenía que ir a su lado de rodillas, besando sus pies constantemente… Cada vez que se paraba, ya fuera en el baño o en el comedor o en su habitación… Yo tenía que inclinarme hasta sus pies y besarlos continuamente hasta que ella volviese a caminar.
Cuando le apetecía, paraba y por la más mínima tontería me abofeteaba o me castigaba según su capricho.
Recuerdo una vez que entró en el cuarto de baño, yo como siempre la seguí a cuatro patas, como un perro, como ella me exigía… Se paró de repente frente al espejo del baño, yo rápidamente comencé a besar sus pies… ella retiró su pie de mi boca y me dijo: Mira… mira como está mi cepillo de dientes…
Yo no lo había tocado. Estaba dentro de un vaso, como siempre…
Yo por más que lo miraba, no encontraba nada anormal.
Entonces Olga, movió con su dedo el palillo de dientes una milésima… Prácticamente ...
... ni lo tocó. Y me dijo: Así es cómo tiene que estar…
Yo me quedé anonadado, pues vi que casi ni lo tocó.
Pero más anonadado me quedé, cuando me dijo: Ves, hoy no quería castigarte y ahora me obligas a tener que hacerlo.
Yo arrodillado a su lado le dije: Pero mi ama, si yo no he tocado su cepillo de dientes, eso estaba así y yo no me he atrevido a tocarlo…
De repente ella me da dos bofetadas y me dice: Cállate perro, me da igual lo que hayas tocado o no. Me apetece castigarte y eso basta.
Ve a por tú cuaderno de castigos….
Yo fui a por mí cuaderno y me mandó escribir: “Tengo que aprender a obedecer y respetar a mi ama, dueña y divina señora Olga”
-Esa frase me la copias esta noche 200 veces. No quiero que te acuestes hoy, sin haberme copiado la frase 200 veces… Por supuesto de rodillas.
Yo le dije, pero mi ama, si yo no he hecho nada…
Y Olga me dijo:
-Ahora por protestar, quiero que me la copies 300 veces… ¿Te queda claro?
-Sí mi ama, perdón mi dueña, cómo usted mande y ordene…
-Así me gusta perro, que seas obediente con tu dueña. Y hoy estás castigado sin cena también. Si te portas bien, quizás te deje comer alguna de mis sobras… ya veremos…
Ese mismo día, cuando vino Bea, después de saludarse las dos y contarse sus cosas, escuché desde la cocina cómo Olga le decía a Bea, que no me tuvo que castigar, por desobediente y por qué le falté al respeto… Bea le dijo: ¿Que Carlitos te ha faltado al respeto?
-Así como te lo cuento, le dijo Olga. ...