1. Cierto grado de perversidad III.


    Fecha: 12/09/2025, Categorías: Fetichismo Incesto Intercambios Autor: holograma, Fuente: SexoSinTabues30

    ... nuestra.
    
    -Sí, me puse muy contenta y creo que mi cuñado es un buen tipo.
    
    -Lo es, te lo puedo asegurar, ¿pero a vos te parece que esto fue gratis?
    
    -¿Te regalaste? Preguntó Rosaura, no me digas nada sos una buscona prostituta. Tenés que aprender de tu madre que no tiene relaciones íntimas porque se ha dedicado a vos, que sos bastante indócil, por cierto, y me has hecho salir canas verdes.
    
    -Bueno, es así, pero no te preocupes, le dijo su hija con una sonrisa, tu hermana también participa de las sesiones de sexo, y te digo más, le gusta cómo le paso la lengua pro la entrepierna, goza como una loca.
    
    -No me digas eso, que puta esta Marga, ahora voy a ir a hablar con ella.
    
    -Te dije que las respuestas o te iban a gustar, pero vos insististe en preguntar.
    
    Se puso una campera y con paso firma recorrió las siete cuadras que separaba su casa de la de su hermana. Rosaura llegó un poco agitada, golpeó la puerta, trató de recomponer su postura. Marga abrió la puerta y su hermana le espetó:
    
    -¿Cómo va a hacer semejante barbaridad?
    
    -¿De qué estamos hablando? Dijo Marga.
    
    -¿qué pasó?, dije sorprendido por la irrupción de Rosaura.
    
    -Y vos callate, que creí que eras un buen tipo, pero no resultó así.
    
    -¿Por qué?, pregunté.
    
    -Porque le diste el apellido a mi nieta para cogértela.
    
    -Bueno, no es tan grave, ¿acaso no sabés que a tu hija se la cogen desde los doce años?
    
    -¿Y vos cómo permitiste eso después de lo que nos pasó en casa con nuestros padres? ...
    ... Dijo Rosaura. Momento en que entraba Antonia con la nena en brazos.
    
    -Ahora viene lo mejor, Daniel, no te lo pierdas dijo la nueva madre.
    
    -¿Qué viene?, pregunté con ansias de saber.
    
    -Yo le dije a tu mujer que tenía ciertos datos que tal vez iban a servir para que se abriera un poco más en lo sexual.
    
    -Callate vos pendeja del orto, le dijo la madre en tono imperativo.
    
    -¿Se puede saber qué pasó con sus padres?
    
    -¿No le contaste a tu maridito?, dijo irónicamente Rosaura mirando fijo a los ojos de su herma.
    
    -No, respondió lacónicamente Marga.
    
    -Bueno, lo voy a contar yo, entonces. Rosaura. Y empezó su discurso.
    
    -Nuestro padre, cuando éramos chicas, ella tenía 6 años y yo cuatro no toqueteaba con el beneplácito de nuestra madre, que nos incitaba a dejar a papa contento, eso nos decía ella. Y así fue hasta los nueve años de Marga, momento en que nuestra madre le dio vía libre para que tenga sexo, dos años más tarde me iba a tocar a mí. Y eso no es todo. A nosotras nos mandaban a una de nuestras habitaciones para que jugáramos y el viejo traía a sus amigotes y él miraba como se cogían a mamá.
    
    -¡Ah! Un capo el viejo, la tenía clara, bien perverso. Me encanta, dije yo.
    
    -No seas pelotudo, por favor, me dijo mi cuñadita enojadísima por mi comentario.
    
    -Bueno, a tu viejo le gustaba la fiesta. De todas maneras, no era ningún boludo, entregaba a su mujer, se divertía viendo y si ustedes ahora están buenas, me imagino lo que debió ser cuando eran chicas y ...