1. Cierto grado de perversidad III.


    Fecha: 12/09/2025, Categorías: Fetichismo Incesto Intercambios Autor: holograma, Fuente: SexoSinTabues30

    ... adolescentes.
    
    -Te podés callar, dijo Rosaura. Y siguió: y que el viejo tuviera relaciones con nosotros fue algo que se dio por siempre, aunque hayamos hecho nuestras vidas. Él nos pidió que al menos fuéramos un par de veces al mes a visitarlo sin nuestros maridos porque no quería dar rosca.
    
    -¿Y ustedes qué hicieron?
    
    -Íbamos, que otra no quedaba.
    
    -Bueno no ir era una opción. Dije yo.
    
    -A Marga le gustaba lo que hacía con papi, ella iba gustosa y no tenía reparos en hacer todo lo que le pedía el viejo y a veces, delante de mami. ¿O no es así, Marga?
    
    -Es así, asintió Marga. Nunca tuve vergüenza en hacerlo, los papis hablaron conmigo y me dijeron que era natural y que no tuviera pudor. Y así fue. ¿Y vos cuánto hace que no vez a papi? Preguntó Marga, con tono severo.
    
    -Diez años, contestó Rosaura.
    
    -Y ya que estamos sacando los trapitos al sol, yo voy a contar el motivo de por qué no fuiste más. Un día lo fuiste a visitar a papi con una minifalda que se te veía el culo, el viejo te propuso coger un rato y vos te negaste. Sabés que el viejo siempre ha estado un poco caliente. Y te hiciste la ofendida.
    
    -Bueno, dijo Rosaura, no porque vaya vestida con una minifalda, que es una prenda que me gusta usar, no por eso me tiene que coger.
    
    -Si te gusta provocar, ...
    ... aguántate las consecuencias. Lo que pasa es que sos una mojigata.
    
    -Yo seré mojigata, pero vos de cuando en cuando lo vas a visitar… ¿o me equivoco?
    
    -Para nada, dijo Marga, lo voy a visitar.
    
    -¿Y de paso te sigue cogiendo?
    
    -Pero que interesante, dije yo, resulta ser que era cornudo, no lo sabía y ahora tres años más tarde e vengo a enterar que mi suegro se coge a mi mujer. ¿Es así, Marga?
    
    -Bueno… dudó en seguir con la respuesta, pero la completó, sí, pero viste que no voy tan seguido, por otro lado, estoy acá a tu disposición siempre. No te podés quejar.
    
    -Ahí tenés a la puta de tu mujer. ¿Qué te parece?, me preguntó mi cuñadita con mordacidad.
    
    -Bueno, qué le vamos a hacer, si le gusta la pija del padre, no hay modo de, a esta altura de la vida, sacarle ese vicio.
    
    -Sos amplio, che, dijo Rosaura.
    
    -¿No tengo otra opción?
    
    -La tenés… irte, dejarla sola a esta puta de mierda.
    
    -No la voy a dejar y es más decile a tu viejo que un día quiero ir a ver cómo te hecha un polvo.
    
    -Los dos son iguales, dijo con amargura mi cuñada, se levantó de la silla y se fue pegando un portazo.
    
    -Ya que las tengo acá a las tres justitas podríamos llevar a cabo una de nuestras sesiones de sexo pervertido. ¿qué les parece? Pregunté.
    
    -Ni que lo dudes dijeron las dos al mismo tiempo. 
«123»