La isla de la culpa 5 - Relatos Eróticos

La isla de la culpa 5

Imaginaos las caras que se nos quedaron a los tres cuando conseguimos vernos las caras y descubrir que eramos nosotros. Paula estaba subida encima de Elizabeth, agarrada a ella como un koala enfadado mientras con una mano le agarraba el mentón y con la otra la tenía agarrada de los pelos. Elizabeth, había tenido la misma idea que su hija y también la tenía agarrada del pelo mientras con la otra mano hacía presión en el abdomen de Paula para intentar quitársela de encima. Increíblemente, lo que me impacta de toda la escena es que Elizabeth va vestida, aunque no con su ropa ya que no me resultaba familiar.

Nos quedamos en silencio durante varios segundos y mi cabeza solo quiere romper el hielo, -cómo has conseguido la ropa!? -diría con un tono algo parecido a la de un cliente en un bar al cual ya le patina la lengua. -...Pero tú eres gilipollas!!?? -gritaría Elizabeth mientras se gira para ver a su hija y lejos de seguir intentando apartarla de su cuerpo, abrazarla casi llorando a lo cual Paula se uniría.

Entiendo su reacción a semejante pregunta después de reencontrarnos en esa situación pero el leñazo no me ayudó a pensar... Me terminaría reincorporando del todo y una vez de pié me uniría al abrazo familiar aunque sin soltar lágrimas.

E: Que alegría de veros cariño, no sé que está pasando y ya pensaba que iba a morir sola en éste lugar. -diría angustiada mientras no para de abrazar a Paula.

P: Sabía que te íbamos a encontrar mamá, lo sabía.

E: Ay mi vida tú ...

... tan fuerte como siempre, como se nota que has salido a papá.

?: A ella también la vas a intentar matar entonces? -diría con un tono humorístico intentando añadir un poco de risas al momento-

E: Oye! Que no sabía que erais vosotros... Solo escuché un murmullo arriba y me limité a apagar la luz y ponerme detrás de la puerta con lo primero que pillé. He pasado mucho miedo vale? -diría mirándome y preocupándose por primera vez del golpe como tal- Estás bien cariño? Te he hecho sangre o algo?

?: Jajajaja está bien cielo no te preocupes, hiciste bien. Y sí, estoy bien no noto ninguna herida como tal -diría llevándome la mano a la cabeza pasándola en busca de lo mismo-

P: Y tú mamá? Cuánto tiempo llevas aquí metida? A tí también te ha pasado lo mismo que a nosotros?

E: No sé que os habrá pasado a vosotros, pero yo me desperté hace dos días en medio de la selva desnuda y sin nada. Me agobié mucho y me puse a dar vueltas como loca sin saber a donde ir hasta que encontré una caja enorme de madera pero para mi desgracia estaba colgada de un árbol y no pude aprovechar lo que sea que hubiera dentro de ella. Al poco tiempo, llegué aquí y encontré que hay comida, agua y algo de ropa aunque queda mucho más por explorar, pero tenía miedo y no me atreví. Por eso estoy vestida...

Nos pasamos casi una hora hablando de cual había sido nuestra situación, cómo nos echábamos de menos y lo desorientados que estabamos todos con ésta situación. Intentandole buscar un porqué, aunque era ...