La isla de la culpa 5
Fecha: 14/09/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: OpenMindS, Fuente: TodoRelatos
... absolutamente nada más de ropa?
P: Solo.. los bañadores? ?: Me temo que sí, no he encontrado nada más y no queda refugio por explorar.
E: Ésto definitivamente está hecho adrede.
?: Explícate.
E: Cómo que qué me explique? Dejan aquí agua y comida para sobrevivir durante años, pero de ropa solo dejan una muda? Por no hablar de la clara diferencia entre tu ropa y... - haría una pequeña pausa haciendo notar que le cuesta aceptarlo-. la de nosotras...
?: Cariño, no pasa nada, repartiros mi conjunto entre vosotras y yo iré así.
E: Pero tú eres tonto? Piensas ir desnudo vete tú a saber cuánto tiempo sea el que nos lleve a salir de aquí?
P: Y la caja que encontramos fuera? Alomejor hay más por ahí... Tal vez tengan ropa dentro... - intermediaria rompiendo el silencio característico que suele tener en las conversaciones-. Ambos adultos nos miraríamos encontrando algo de esperanza al saber que podría ser posible.
E: Tienes razón mi vida, seguramente encontremos algo que nos quede genial - diría poniendo una sonrisa dulce mientras le acariciaba el pelo pareciendo un premio por haberse portado bien-.
Tal y como terminamos de comer, lo cual tampoco hay nada interesante que contar ya que eran las típicas raciones de combate, nos pusimos en pié y salimos de la puerta principal, subimos las escaleras que daban para la puerta del exterior y cuando abrimos.. se había hecho de noche. Definitivamente el tema de no tener ni un reloj nos había desorientado por completo ...
... y nos dimos de bruces con la oscuridad.
No nos agobiamos mucho y simplemente acordamos en salir en busca de cajas de suministros al día siguiente. Mientras yo aún miraba al exterior vete tú a saber porqué, pude escuchar las pisadas desnudas de mi familia bajando por las escaleras, a lo que quise acompañarlas de nuevo.
Cuando me giré, pude ver a la perfección los cuerpos de ambas féminas bajando con las escaleras de espaldas. Mi mujer al seguir llevando la ropa que supuestamente era para mí, no debaja ningún tipo de detalle a la vista, ya que le quedaba todo holgado y ancho. Sin embargo, Paula seguía completamente desnuda, y pude ver como su pequeño pero bien puesto culo se movía al son de la bajada, haciendo que la poca carne que tenía en él, se moviera como gelatina.
Me quedé más embobado de lo que me gustaría, dándole tiempo a las chicas de darse la vuelta poniendo en duda si yo también bajaría. A lo cual sacudiendo mi cabeza y llevando rápido mis ojos a los suyos aceptaría.
La repartición de las camas fue bastante sencilla y conclusa, yo iba a dormir en la cama apartada. Me despedí de ellas dando el beso de buenas noches correspondiente y fui a la cama, tumbandome por encima de las sábanas ya que aunque no hacía mucha calor dentro del refugio, tampoco hacía frío.
Antes de quedarme dormido se me pasaron por la cabeza miles de pensamientos sobre como habíamos llegado aquí, qué finalidad había y por supuesto en lo concreto que había sido la disponibilidad de la ...