1. La isla de la culpa 5


    Fecha: 14/09/2025, Categorías: Incesto Autor: OpenMindS, Fuente: TodoRelatos

    ... igual de complicado como intentar explicarle el Big Bang a un caracol.
    
    Elizabeth nos enseñó lo poco que había explorado las instalaciones. La sala en la que tuvimos el increíble encuentro era una sala pequeña donde había una litera, un baúl vacío y varias estanterías. La siguiente era un baño igual de pequeño donde había un bater, un espejo que te dejaba verte de pies a cabeza y alguna estantería más.
    
    Más adelante y por último, había una habitación bastante más grande en comparación de las anteriores que estaba llena de estanterías con suficientes suministros para que pudieramos aguantar varios años perfectamente. El final de la misma no se podía ver a no ser que encendieramos las luces las cuales increíblemente funcionaban.
    
    Lo que nos sorprendió fue encontrar una sola cama (del mismo tamaño que las anteriores) al final de la sala, en la cual tenía pegado otro baúl. Elizabeth no había encendido las luces por ende, no había logrado ver la cama. -pues menos mal que hay una cama más ahora que somos tres. -diría Elizabeth aliviada. - A ver si adivino a quien le va a tocar dormir aquí apartado... -diría yo con un tono claramente sarcástico.
    
    Paula se mantuvo callada durante toda la exploración, agarrada del brazo de su madre la cual le sacaba casi una cabeza de altura y la frente apenas le llegaba al hombro de Elizabeth. Abrí el baúl y dentro encontré varias cosas bastante útiles, como linteras, algunas herramientas que todo padre tendría en casa y en el fondo estarían ...
    ... las sábanas de las camas. Elizabeth con su venazo de ama de saca, agarraría las sábanas para ponerlas y dejaría al descubierto lo que escondían debajo.
    
    Nuestras caras serían un cuadro (de nuevo). En el fondo del baúl, encontramos varias cajas de preservativos, un dildo rosa y dos conjuntos de bikini. Uno rosa y otro amarillo, ambos con un acabado brillante con los hilos de color negro. Los tres no sabiamos muy bien qué decir. -Eeeh.. bueno. -diría cortante Elizabeth con un nudo en la garganta. -Mm vale. -diría yo intentando acompañarla. Paula ni siquiera sé atrevió a hablar. Nos limitamos a coger simplemente las sábanas y Elizabeth cerró el baúl.
    
    Mientras Elizabeth hacía las camas con la compañía de Paula, yo intenté liberarme un poco de la incomodidad explorando el resto del refugio, que por suerte o desgracia tampoco quedaba mucho por explorar. Simplemente había una habitación más cerca de la cama apartada, la cuál daba a una especie de estudio donde había un escritorio y bastantes libros vacíos, disponibles para rellenarlos.
    
    También había una lámpara alta que podrías encontrar en cualquier casa, que ayudaba a dar ese confort que tal vez necesitas para inspirarte a escribir. Viendo que ya habíamos explorado el refugio por completo, entendí a la perfección por qué la ropa que llevaba Elizabeth era de hombre, estaba pensado para mí. Por eso el hecho de que hubieran dos micro bikinis en el baúl. Volví con mi familia y les comenté la situación.
    
    E: De verdad no hay ...